Ensayo sobre la pornografia

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(08.11.05)

Los tribunales de Estados Unidos han presidido cientos de casos cuya característica principal era intentar definir la pornografía. Hombres y mujeres de letras han discutido mucho en torno a ello sin obtener, la mayoría de las veces, un resultado permanente.

Sin embargo, una definición de sentido común sería que la pornografía es «la literatura de la desviación sexual». En otras palabras, es la literatura que personas enfermas mentalmente y sexualmente desajustadas gozan leyendo.

Los psiquiatras han identificado alrededor de sesenta diferentes tipos específicos de desviaciones sexuales o «parafilias», entre las que se incluyen el sadomasoquismo, el homosexualismo, el fetichismo, el travestismo, la pederastia, las relaciones sexuales en grupo, la necrofilia (obsesión sexual con cadáveres) y la bestialidad. Cada una de estas perversiones tiene sus propias revistas, vídeos, clubes, boletines y películas. Se puede definir este vasto material como pornográfico de distintas maneras, por cuanto exhibe prácticas extremas que son inusualmente violentas y/o eróticas.

La pornografía constituye, en Estados Unidos, una industria cuyos ingresos alcanzan los $20 millones anuales y que publica más de 200.000 números de las 800 revistas más populares de pornografía «leve» y fuerte que se venden cada año.

Ninguna otra sociedad o época se puede «vanagloriar» de tantos asesinos sexuales en serie, robos, violaciones, divorcios o sobredosis de drogas que Estados Unidos. Tanto este país como esta época están saturados de inmundicia. No hay protección alguna para el inocente y el indefenso. Se desprecia y se ridiculiza hasta la santidad de la vida humana. El arma más poderosa del movimiento antivida contra los valores morales es la propaganda sexual por medio de la pornografía «leve» y la pornografía fuerte. Si una sociedad está saturada de la exhibición de actos depravados, estos actos ya no serán vistos como inmorales o fuera de lo normal.

La pornografía involucra libros, revistas, vídeos y accesorios, y se ha trasladado desde la periferia de la sociedad hacia su centro, mediante el alquiler de vídeos, venta de revistas de «pornografía suave» y la difusión de películas sexualmente explícitas en la televisión por cable. Para algunos, la pornografía no significa más que mujeres con poca ropa en poses seductoras. Pero la pornografía se ha convertido en mucho más que fotografías de mujeres desnudas.

Tipos de pornografía
El primer tipo de pornografía son las revistas para adultos. Estas están dirigidas principalmente, pero no exclusivamente, a un público masculino adulto. Las revistas de mayor difusión (por ejemplo, Playboy, Penthouse) no violan la norma Miller de obscenidad y, por lo tanto, pueden ser distribuidas legalmente. Pero otras revistas que sí violan estas normas están fácilmente disponibles en muchas librerías para adultos.

El segundo tipo de pornografía son los cassettes de vídeos. Estos se alquilan o venden en librerías para adultos y se han convertido en una industria en crecimiento para la pornografía. Hay personas que jamás entrarían a una librería o un teatro para adultos para ver una película pornográfica pero consiguen estos vídeos a través de librerías o por correo para verlos en la intimidad de sus hogares. En general, estos vídeos exhiben un alto grado de pornografía dura y actos ilegales.

El tercer tipo de pornografía son las películas. Las normas de calificación se han ido flexibilizando, y hay muchas películas pornográficas que se exhiben y distribuyen con una calificación de R y NC-17. Muchas de estas películas con una calificación de «R duro» hubieran sido consideradas obscenas sólo una década atrás.

Un cuarto tipo de pornografía es la televisión. Como ocurre en las películas, las normas para la televisión comercial han ido bajando continuamente. Pero la televisión por cable presenta una amenaza aún mayor. Como los vídeos, la televisión por cable brinda a la persona promedio un fácil acceso al material pornográfico. Hay personas que jamás irían a una librería para adultos que ahora pueden ver el mismo material sexualmente explícito en la intimidad de sus hogares, lo cual convierte a la televisión por cable en el «el mejor envoltorio de papel común.»

Un quinto tipo de pornografía es la «ciberpornografía.» Imágenes y películas de pornografía dura, chats en línea, y aun actos sexuales en vivo pueden ser bajados y vistos por prácticamente cualquier persona a través de Internet. Se pueden encontrar imágenes sexualmente explícitas en páginas Web y en grupos de noticias que son demasiado fáciles de ver para personas de cualquier edad. Lo que sólo estaba disponible para una pequeña cantidad de personas dispuestas a ir al sector malo de la ciudad, ahora puede ser visto en cualquier momento en la intimidad del propio hogar.

Un tipo final de pornografía es la «audiopornografía.» Esto incluye las «pornollamadas,» que son el segundo mercado de mayor crecimiento de la pornografía. Si bien la mayoría de los mensajes están dentro de la definición de obscenidad de Miller, estos negocios siguen floreciendo y a menudo son usados en gran parte por niños.

Definir los efectos sociales de la pornografía ha sido difícil, debido a algunas de las teorías imperantes acerca de su impacto. Un punto de vista dice que en realidad cumple una función positiva al actuar como una «válvula de escape» para los potenciales agresores sexuales.

El proponente más famoso de este punto de vista era Berl Kutchinsky, un criminólogo de la Universidad de Copenhague. Su famoso estudio sobre la pornografía encontró que cuando el gobierno danés levantó las restricciones sobre la pornografía, la cantidad de crímenes sexuales disminuyó. [18] Su teoría era que la disponibilidad de pornografía descomprime impulsos sexuales peligrosos. Pero cuando los datos de su teoría de la «válvula de escape» fueron evaluados más extensamente, comenzaron a ponerse en evidencia muchas de las fallas de su investigación.

Por ejemplo, Kutchinsky no distinguió entre diferentes tipos de crímenes sexuales (por ejemplo, violación, exhibicionismo, etc.) y, en cambio, los metió todos en la misma bolsa. Esto en la realidad enmascaró un aumento en las estadísticas de violaciones. Tampoco tomó en consideración que la mayor tolerancia hacia ciertos crímenes (por ejemplo, la desnudez pública, el sexo con menores) puede haber contribuido a una disminución de crímenes denunciados.

Probar la relación de causa y efecto en la pornografía es prácticamente imposible porque éticamente los investigadores no pueden hacer cierto tipo de investigaciones. El investigador Dolf Zillman dice: «Los hombres no pueden ser colocados en riesgo de desarrollar inclinaciones violentas mediante una gran exposición a la pornografía violenta o no violenta, y las mujeres no pueden colocarse en riesgo de convertirse en víctimas de dichas inclinaciones.» [19]

Deborah Baker, una asistente legal y directora ejecutiva de un grupo contra la obscenidad, concuerda que probar contundentemente una conexión entre la pornografía y el crimen sería muy difícil:
El argumento de que no hay estudios reconocidos que muestren una conexión entre la pornografía y el crimen violento es simplemente una cortina de humo. Quienes promueven esta postura saben bien que nunca se hará esta investigación. Exigiría hacer un muestreo de mucho más de mil varones que estén expuestos a la pornografía a lo largo de la pubertad y la adolescencia, mientras que el otro grupo es aislado totalmente de su influencia en todas sus formas y diversos grados. Luego, cada grupo tendría que ser monitoreado durante la realización de los crímenes violentos, si los realizan. Sin embargo, y a pesar de la falta de una investigación formal, las propias estadísticas del FBI muestran que la pornografía se encuentra en el 80 por ciento de los escenarios de crímenes sexuales violentos, o en los hogares de los perpetradores. [20]

No obstante, hay varias estadísticas convincentes que sugieren que la pornografía sí tiene consecuencias sociales profundas. Por ejemplo, de los 1400 casos de acoso sexual infantil en Louisville, Kentucky, entre julio de 1980 y febrero de 1984, la pornografía adulta estaba relacionada con cada incidente y la pornografía infantil con la mayoría de ellos. [21] Las extensas entrevistas con los infractores sexuales (violadores, infractores en casos de incesto, agresores sexuales infantiles) han evidenciado un importante porcentaje de infractores que usan la pornografía para excitarse antes o durante sus ataques. [22] Los oficiales de policía han visto el impacto que ha tenido la pornografía en los asesinatos en serie. De hecho, el consumo de pornografía es una de las características de perfil más comunes de los asesinos en serie y los violadores. [23]

El profesor Cass Sunstein, escribiendo en Duke Law Journal, dice que algunos actos sexuales violentos contra mujeres «no habrían ocurrido si no hubiera habido una circulación tan masiva de pornografía.» Luego de citar datos transculturales, concluye:

La liberalización de las leyes sobre la pornografía en Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y los países escandinavos ha sido acompañada por un aumento en el nivel de violaciones denunciadas. En los países donde las leyes sobre la pornografía no han sido liberalizadas, ha habido un crecimiento menos marcado en las violaciones denunciadas. Y en los países donde se han adoptado restricciones, las violaciones denunciadas han disminuido. [24]

En su introducción a una reedición del Informe Final de la Comisión sobre la Pornografía del Fiscal del Estado, el columnista Michael McManus señaló que:
El FBI entrevistó a dos docenas de asesinos sexuales en la cárcel que habían cometido múltiples asesinatos. Un ochenta y un por ciento dijo que su mayor interés sexual estaba en la lectura de pornografía. Representaban fantasías sexuales en personas reales. Por ejemplo, Arthur Gary Bishop, condenado por abusar sexualmente y matar a cinco niños pequeños, dijo: «Si en mis primeras etapas no hubiera tenido a mi disposición material pornográfico, es muy probable que mis actividades sexuales no hubiera escalado al nivel que alcanzaron.» Dijo que el impacto de la pornografía en él fue «devastador . . . Soy un homosexual pedófilo condenado por asesinato, y la pornografía fue un factor determinante en mi ruina.» [25]

El Dr. James Dobson entrevistó a Ted Bundy, uno de los asesinos en serie más notorios de esta nación. El día antes de su ejecución, Ted Bundy dijo que «las formas más dañinas de pornografía son aquellas que involucran la violencia y la violencia sexual. Porque la combinación de estas dos fuerzas, algo que conozco demasiado bien, genera un comportamiento que es simplemente demasiado terrible para describir.» [26]

La censura y la libertad de expresión

Los intentos por regular y proscribir la pornografía dentro de la comunidad frecuentemente son criticados como censura y una violación de la Primera Enmienda. Pero la Corte Suprema afirmó claramente, en el caso Roth contra Estados Unidos (1957) que la obscenidad no estaba protegida por la Primera Enmienda. Las leyes federales, estatales y locales son aplicables a la venta, exhibición, distribución y difusión de la pornografía. Por lo tanto, el material pornográfico puede ser prohibido si cumple con la definición legal de obscenidad.

La Corte Suprema ha dictaminado, en el caso Miller contra el estado de California (1973), que una definición legal de obscenidad debe cumplir con la prueba triple que hemos discutido previamente. Si apela al interés lascivo, es abiertamente ofensivo y carece de valor serio (artístico, etc.), entonces el material es considerado obsceno y es ilegal.

Además, la Corte Suprema dictaminó, en el caso Paris Adult Theater contra Slaton (1973), que al material definido legalmente como obsceno no le corresponde la misma protección como la libre expresión en la Primera Enmienda. La corte dictaminó que aun cuando las películas obscenas se exhiban ante «adultos anuentes,» esto nos les da inmunidad de la ley.

En el caso del estado de Nueva York contra Ferber (1982), la Corte Suprema dictaminó que la pornografía infantil no estaba protegida por la Primera Enmienda, aun cuando no fuera definida legalmente como obscena según su prueba triple. Dado que los niños no pueden consentir legalmente a la relaciones sexuales, la pornografía infantil constituye abuso sexual. El Congreso también aprobó el Acta de Protección Infantil en 1984 que brindaba restricciones más severas contra la pornografía infantil.

La televisión por cable no está regulada actualmente, ya que técnicamente no está haciendo «difusión» (broadcasting) según lo define el Federal Communications Act. Por lo tanto, la televisión por cable puede pasar películas pornográfica en forma prácticamente impune. Es necesario enmendar el Acta del FCC para que el FCC pueda regular la televisión por cable.

8 respuestas

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  2. LA NETA ME ISO MUCHA FALTA GRASIAS ME ALLUDASTE A TERMINAR MI TAREA

  3. na si ke me ayudaste y so muchhhh…………!!!! thanksss

  4. gracias por su orientacion ,esta muy interesante

  5. estimado amigo soy visitador adjunto de la cedh de tab. me gustaria que me mendaran informacion sobre pornografia infantil para realizar una conclucion sobre un exp. ya que se realizo una queja por una persona que vio a la venta unos videos pornos, de unos estudiantes de preparatoria los cuales anexo al expediente y no se si emitir una recomendacioon o mandarlo al archivo mucho he de agradecer tu ayuda

  6. ufff me copie tu ensayo ahora me pondran unn 10 grasias a ti (L)

  7. […] Ensayo sobre la pornografia […]

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