Por: Elaine Castro
Fuente: http://www.kaosenlared.net (15.03.11)
Cuando los dioses o dios le dijo a Adán y Eva que no comieran del árbol del bien y del mal, sabia lo que hacia…luego de mordido el fruto la pareja primigenia se percató de su desnudez, es así que buscaron la forma de cubrir sus sexos, dando nacimiento al pudor.
El pudor ha sido diferente a lo largo de la historia, así como varía de cultura en cultura, para una islámica puede ser normal levantar su falda para cubrir su rostro a la vista del sexo opuesto y para una occidental puede ser normal la casi desnudez.
La mujer objeto es producto de la sociedad de consumo y asienta sus pilares en la veneración del cuerpo, dando lugar a un sinnúmero de variantes que van desde la forma de vestirse hasta la cirugía estética.
Si observamos el bombardeo publicitario actual, te venden desde un yogurth hasta un automóvil, acompañado de la “femme” desnuda, lo que no te aclaran es que en principio nada tiene que ver un producto con el otro y que cuando lo adquiris el combo está incompleto.
La sociedad patriarcal ha llevado al contingente femenino a tener que luchar por una cantidad de derechos que de otra forma es muy posible no hubiéramos adquirido, como la igualdad de derechos cívicos, laborales, académicos, etc., habiendo desarrollado más de un movimiento feminista con diferentes títulos y contenidos: cultural, liberal, radical, marxista, separatista, filosófico, etc.
La meta, de un gran porcentaje de lo que llamamos la “mujer moderna”, es alcanzar ese ideal de belleza, que se pauta desde los medios de comunicación masiva, imponiendo lo que es deseable, aceptable por la sociedad para alcanzar la felicidad y la aceptación.
Una vez más vamos como corderitos tras la felicidad efímera; sólo que ésta vez no dedicamos horas de nuestro trabajo para la compra del plasma, sino para un par de bolsitas de silicona, ignorando muchas veces, los efectos secundarios de rupturas o encapsulamiento ,siempre y cuando además no atentemos contra la extinción del reino animal, como el caso que cito a continuación: Serpiente muere tras morder el pecho de la modelo Orit Fox: “ La serpiente que la actriz y modelo Orit Fox tiene como mascota falleció luego de morderle un pecho que tenía una silicona intoxicada. El hecho ocurrió mientras la mujer grababa un programa de televisión en Tel Aviv (Israel).
La actriz jugaba con el reptil. Mientras lo besaba y acariciaban, la serpiente mordió el pecho de la modelo.
Con ayuda de un colaborador, Fox logró quitarse al animal y, de inmediato, fue trasladada al hospital Hillel Yaffe, en Jerusalén, donde recibió una vacuna contra el tétanos y quedó internada unas horas en observación. Poco después recibió el alta”.
En ésta vorágine de guerras, tsunamis y tetas y culos de plástico, me encuentro releyendo la INTERNACIONAL SOCIALISTA , para ver donde está el párrafo que diga que un gobierno de carácter progresista deba garantizar el cese de los estragos del tiempo en los pechos femeninos, si alguien lo encontró le pido lo publique.
Y me hago eco de las palabras del presidente Hugo Chavez:
«¡Qué es eso, compadre!», exclamó tras tildar de «doloroso» que «muchachas o mujeres que a veces no tienen recursos suficientes para una vivienda, para acomodar la vivienda, para los hijos, (para comprar) una ropita, andan buscando cómo hacen (para financiar) una operación a los senos»…
Reveló que, entre las cartas que recibe a diario y «por miles» con diferentes peticiones, una de ellas le conminaba a que la Presidencia de la República financiara un implante con silicona.
…pero a su vez le solicito que revea una información acerca de PDVSA que da vueltas en la web http://www.guia.com.ve: “A propósito de los falsos valores capitalistas que denunció una de las universitarias chavistas desde la Asamblea Nacional el pasado 7 de junio y que, a su juicio promueven la superficialidad, la explotación de la mujer y la adopción de cánones de belleza importados y degradantes, nada mejor que recordar las prioridades en salud que la «revolución» atiende hoy por hoy en la roja rojita Pdvsa. En el contrato colectivo de la estatal petrolera está estipulado el derecho de las trabajadoras a obtener, a cuenta del dinero de todos los venezolanos, financiamiento para sufragar la mitad del costo de una cirugía plástica. Éste beneficio de la Venezuela «socialista» incluye tanto intervenciones de mamoplastia como de rinoplastia, para aquellas compañeras de lucha por la equidad, que deseen retocarse el busto o respingarse la nariz. Por cierto que si de estéticas capitalistas se trata, sería bueno echarle un vistazo a la señal de VTV y comparar las imágenes de sus presentadoras con la que tenían hace un año para ver si se nota alguna diferencia”
No estoy en contra ni del feminismo ni de la mamoplastía, de lo que estoy en contra es de esa búsqueda de la felicidad que te brinda la sociedad de consumo. Si no soy feliz con mis tetas caídas, tampoco lo seré con ellas erguidas.
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