Respuesta a mis amigos comunistas que, con las más buenas intenciones, me han solicitado que no anule mi voto en las elecciones presidenciales del domingo próximo.

Por: Hernán Montecinos
(14.01.10)

He recibido innumerables cartas de amigos comunistas tratando de convencerme para que, en las próximas elecciones presidenciales, del domingo próximo, le entregue mi voto al candidato de la Concertación, Eduardo Frei Ruiz Tagle. A algunos les he contestado personalmente, pero como son tantos he encontrado lo más lógico hacer pública mi respuesta a todos los que me han interpelado. Me han expuesto sus puntos de vista, y en algunos de ellos no puedo dejar de reconocer que tienen muy buenas razones. Algunos, incluso, han tenido la honestidad de reconocerme que entregarán sus votos al candidato de la Concertación con “mucho asco”. A buen entendedor, pocas palabras.

Bueno, esta bien, tienen sus razones, pero da el caso que yo también tengo buenas razones para pensar en contrario. En situaciones controversiales como ésta la regla de oro es respetarnos unos a otros en nuestras ideas. Lo único que está claro, es que pase lo que pase, el domingo próximo, el mundo no se acabará y todos los comunistas, desde nuestros propios frentes (los con carné y sin carné), seguiremos luchando por la cristalización de nuestros comunes ideales comunistas. Sin embargo, sin ánimo de entrar a discutir, una vez más, punto por punto, nuestros desencuentros, quiero quemar mis últimos cartuchos haciéndoles llegar, a modo de resumen, algunas consideraciones generales.

¿Qué le ha pasado al Partido Comunista? ¿Qué le ha pasado a la izquierda chilena? ¿Qué le ha pasado al sector progresista de la Concertación? ¿Qué le ha pasado a los trabajadores de nuestro país? ¿A nuestros intelectuales?, etc.

¿Por qué tantos años callados, impávidos, inermes los brazos y las bocas silenciadas, sin la más mínima capacidad de reacción ante el implacable neoliberalismo aplicado en nuestro país, y que la Concertación tan bien ha administrado, e incluso, profundizado más aún de cómo lo dejó la dictadura?

¿Por qué siempre apegados a una enervante inercia y dando pasos en falso para caer políticamente en la misma rutina de siempre?

Ayer recomendaban votar por la Bachelet para que no saliera Piñera. Antes de ayer, votar por Lagos para que no saliera Lavín. Y hoy, nuevamente votar por Frei para que no salga Piñera ¿Cuánto tiempo más vamos a quedarnos enredados dentro de este mismo juego? De seguir así, de seguro, en cuatro años más se nos volverá a llamar a votar por tal o cual candidato, para que no salga Longueira o la Evelyn Matthei. ¿Hasta cuándo?

¿Es eso hacer política? ¿Es eso tener política propia? ¿Acaso dejar que las cosas sigan tal cual, o la ineptitud y la inercia tiene algún sentido o valor político?

Ahora bien, por una situación coyuntural, por una vez que pase, bueno eso sí podría entenderse y aceptarse, aunque sea a regañadientes Pero siempre en lo mismo ¡Un horror de pueblo y país! No sin razón el destacado intelectual y hombre de letras, Premio Nacional de Literatura, Armando Uribe nos arrojó a la cara esa potente imagen “CHILE NO EXISTE”.

Y no deja de tener razón nuestro insigne poeta, porque ese Chile de la mentira, ese Chile del acomodo, ese Chile en donde los principios y la ética para nada cuentan, ese Chile del chaqueteo, ese Chile de la represión al pueblo mapuche , ese Chile en donde se criminaliza a los jóvenes, en donde se sospecha de todos ellos, ese Chile del avión presidencial con la presidenta rodeada de empresarios y militares, ese Chile de la mayor flexibilización laboral, ese Chile en donde se traicionó a la Revolucíón Pinguina, ese Chile de la cooptación y el acomodo,, etc., ese país ya no es nuestro país, la dictadura y la Concertación nos lo usurparon, se apoderaron de él. El país de ahora, no es el que conocimos de niños, en el que nos criaron nuestros padres.

¿Qué nos pasó? ¿Cómo es que nos amansaron? ¿Por qué tan fácilmente nos domesticaron? ¡Cómo es que hemos aguantado tanto?

A propósito de esto, me recuerdo de una carta pública de una madre que afligida lanzaba la siguiente pregunta ¿Y que les vamos a decir a nuestros hijos si sale Piñera?

Yo le contesté que había que decirles la verdad, nada más simple que eso. Confesarle nuestra cobardía por no haber exigido, a los sucesivos gobiernos de la Concertación, haber cumplido lo que nos prometieron. Decirles a nuestros hijos la vergüenza que sentimos por haber dejado que las cosas siguieran tal cual, sin la más mínima capacidad de reacción de parte nuestra. Sentir vergüenza por haber permitido que la Concertación se enredara en una relación incestuosa con la derecha política, y económica, para que el neoliberalismo hiciera y deshiciera hasta apoderarse de nuestra propia alma. Sentir vergüenza por habernos plegado a un pensamiento único dejando de pensar con cabeza propia. En fin, y ya no sólo sentir vergüenza por todo aquello que debiéramos de haber hecho y no hicimos, sino también, darle cuenta a nuestros hijos de nuestra cobardía por aguantar tanta ignominia en todo orden de cosas.

Bueno, y por último, reconocer el lavado de cabeza que nos hicieron con tantas tarjetas de créditos, con tanto Malls, con tantos grandes Supermercados, con tanto ídolo de futbol, con tantos ídolos de barro. El ensalzamiento de artistas y estrellas, y el cotilleo de amoríos entre sábanas por la televisión, incluido la exhibición de abundantes pechugas, nalgas y piernas terminaron por hacer el resto. Nos narcotizaron con puras banalidades, estupideces y tonteras. En fin, la utilización con éxito de los recursos a que echa mano el sistema capitalista, para adormecernos y así fugarnos de los problemas reales. El pan y circo de la época de los romanos, ahora acá en Chile, pero en versión moderna, terminaron por atrofiar nuestras cabezas..

Estimados amigos y compañeros, con todas estas breves y atropelladas ideas ¿Qué más esperaban? ¿Qué yo votara por Frei?… ¡No, por favor! Me considero un comunista, y mejor aún, un marxista, pero con cabeza propia, no aquel comunista acostumbrado a la cultura del puro orden y mando. Por eso, excúsenme, con Frei y la democracia cristiana … ¡NI A MISA¡, y con Piñera, por supuesto, tampoco.

Como bien lo ha dicho el trovador Francisco Villa quiero que el próximo domingo “NO GANE PIÑERA Y QUE EDUARDO FREI PIERDA”. Nada más claro que eso. Mis convicciones y mi ideología encuentran toda su expresión en esa frase. No más de lo mismo ¡BASTA DE UNA NUEVA ILUSIÓN QUE RÁPIDAMENTE SE PIERDA EN EL AIRE!

Y no sólo porque Frei sea de la Concertación, sino por ser la persona que es. Y en esto les recuerdo que tenemos que sentir vergüenza también por tener la memoria muy frágil.

No necesito repetirles el prontuario político de Frei, sobre todo, para nosotros los comunistas, y los de la izquierda.. No sólo fue avalador del golpe, sino sobre todo, un sempiterno anticomunista y anti izquierda. Siempre atacando a Cuba y la revolución Bolivariana. Ofendiendo públicamente a nuestro querido presidente Allende. Rescatando al dictador de las garras de la justicia internacional. Entregando nuestras riquezas naturales y explotación de servicios esenciales a manos de la rapiña de empresas multinacionales. En fin, son demasiadas las cosas que nos divorcian políticamente de este personaje. Por eso, he dicho, y lo repito en esta nota “Si bien me daría asco votar por Piñera, tampoco tendría estómago para votar por Frei”. Así de simple, y punto.

Ahora bien, sospecho que las apresuradas 12 medidas que Frei se vio obligado a introducir en su programa, no las va a cumplir de salir elegido. Esa es una ilusión para los ingenuos. Afirmo esto, por la razón obvia que si la Bachelet no cumplió los 5 puntos con los que se comprometió para que la izquierda votara por ella, y la Concertación tampoco cumplió con los puntos programáticos de su original programa, más claro que echar agua. Ahora si agregamos a ello, el no cumplimiento por parte del Partido Comunista del N° 6 del Acta Fundacional del Junto Podemos, que gatilló la división y atomización de la izquierda, entonces, mis queridos camaradas, ¿a quien creerle?.

A no dudar, los dicho 12 puntos son una engañifa más, para atraer los votos de una cada vez más incauta e ingenua izquierda.

Ahora bien, que los comunistas anden haciendo puerta a puerta a favor de Frei, en mi opinión, me parece un cuadro demasiado fuera de lugar, demasiado grotesco. Un fiel retrato del estado de degradación a que ha llegado la política chilena, que ha alcanzado todos los ámbitos. Está bien, los comunistas que quieran votar por Frei, están en su derecho, pero de ahí a andar haciéndole campaña es como para recibir los calificativos más inimaginables, de cuyo tenor habría que taparse los oído, y por tal, llegado a este punto, más mejor me callo..

Estimadas/os amigas/os comunistas, no dudo de las buenas intenciones de Uds., no dudo de la buena fe que los motivan a votar por Frei, y de paso solicitarme que yo no anule mi voto. Tampoco soy tan ingenuo para no dejarles de dar razón en algunos de sus argumentos. Pero, excúsenme, yo también tengo mis razones y no me pidan tanto. En todo caso, considero positivo que nuestros diferentes puntos de vista sobre este tema los expongamos públicamente, con altura de miras y fraternidad que debe existir entre camaradas. Lamentablemente, los que hemos intentado, en su oportunidad, hacer expresión de nuestras opiniones discrepantes al interior del partido, ello ha sido un imposible. Años de militancia, me enseñaron que en la célula no se discute lo que ya viene cocinado de la cúpula.

Por último, cualquiera sean los resultados electorales del próximo domingo, todo parece indicar la conveniencia que, en la izquierda, lo mejor sería que todo lo comenzáramos de nuevo. Si así fuera, no tendríamos más que enfrentarlo. Quizá sería lo más sano así hacerlo, sobre todo, para rescatar nuestra propia identidad, esto es, un partido que no se conforma con meras reformas sino que busca transformar las estructuras del sistema, que es de donde proviene la fuente de todos nuestros males. Si no se entendiera así, querría decir que el actual Partido Comunista chileno, habría dejado de ser un parido marxista, y menos revolucionario. Todo esto, en mi modesta opinión.

HERNÁN MONTECINOS
Un comunista sin carné.

2 respuestas

  1. Creo que lo único que justifica votar nulo en esta elección es la experiencia desilucionante constante de los gobiernos de la concertación. Creo que la gente (de izquierda sobre todo) que ha vivido y puesto toda su esperanza en este conglomerado de CENTRO-izquierda y se ha visto defraudada por el incumplimiento de las promesas es la que puede decir «ya basta». No es mi caso, puesto que es el mandato de Bachelet el primero que tomo conciencia de lo que sucede. Desconzco así también las 5 medidas incumplidas que nombras. Y por lo mismo, por desconocer las reiteradas decepciones que mucha gente de izquierda dice haber sufrido mañana votaré por Frei, porque reconozco que hay una diferencia sustancial en algunos puntos con Piñera y confío en que Frei las materialice. No es la panacea ni mucho menos, pero si me dan a elegir entre el pichí y la cacá a la vez que me permiten crear mi propia alternativa preferiré el pichí (mientras la experiencia no me diga que es lo mismo que la caca, como al parecer les ha sucedido a ustedes). Con esa analogía asquerosa lo que quiero decir es que creo la responsabilidad de crear algo nuevo, algo sólido y que reúna a las corrientes de izquierda depende de nosotros y nada más que de nosotros. Y no es excluyente votar por Frei y construirla.

  2. Muy buenas razones que sintetizan la vergüenza que sentiremos sea cuales séan los resultados de mañana. Me atrevo a decir, de forma responsable, que viendo el futuro político de Chile, lo peor que puede pasar es que salga el señor Frei. Quiza tener una cara como la de piñera de presidente a la cual atacar, y tener por fin un antagonista sin antifaces izquierdistas séa el despertador que necesita el pueblo chileno

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