Carta a Pablo Milanés

Por: Ricardo Candia Cares
lFuente: http://www.elclarin.c l(23.11.09)

Usted es de los pocos privilegiados que pueden acceder a la presidenta Michelle Bachelet. Por esa razón, quiero pedirle que tenga a bien hacerle saber que hay otros que por años han intentado ser recibidos por ella, sin éxito. Es legítimo que lo reciba a Usted, identificado desde siempre con la Revolución Cubana y como amigo solidario de la cusa justa del pueblo chileno.

Pero quiero decirle que muchas veces los mapuche han querido entrevistarse con la presidenta, sin éxito. Han tratado de hacerle saber de los atropellos de los que son víctimas por autoridades nombradas por ella misma.

La brutal represión a la que son sometidos y que ha costado en el último tiempo la vida de tres jóvenes, es algo que parece no saber la presidenta. Y no parece estar enterada de la aplicación de la Ley Antiterrorista, norma creada por el dictador, respecto de la cual se comprometió a no utilizar. En estos momentos los presos políticos mapuches, muchos de los cuales se les ha aplicado esta norma, superan el centenar.

Usted, que ha hecho del canto un arma libertaria que los pueblos valoran y han hecho suyas, debería aprovechar estas inéditas excepciones para hablar por aquellos que son silenciados por las balas, la prisión injusta, la tortura y el desprecio.

En sus canciones usted Pablo, asume la causa de los más humildes y castigados. Porque sabe lo que es vivir acosado por esa fuerza inhumana que ha bloqueado a su país durante más de cincuenta años.

El pueblo mapuche ha debido sortear mediante largas luchas los intentos genocidas del estado chileno durante muchos años. Y a pesar del tinte progresista de nuestras autoridades, en especial de la presidenta, la represión a ese pueblo se ha intensificado de manera cruel en el último tiempo, asfixiándolos con gases, destruyendo sus casas, baleando a niños y mujeres indefensas, golpeando y torturando a jóvenes y encarcelando a sus dirigentes mediante escandalosos montajes policiales y judiciales.

Esos sentimientos de admiración recíproca entre usted y la presidenta Bachelet, podrían tener una aplicación a escala humana que ponga atención en algo que late mucho más allá de los salones y más allá de los escenarios. Se trata de una causa justa y dolores humanos que no se han atendido debidamente por las autoridades.

Los mapuche han recibido la solidaridad de quienes han hecho suya esta causa, que es muy parecida a todas las causas libertarias de América Latina, y, si se mira bien, a la muy heroica lucha del pueblo cubano.

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