Elecciones presidenciales en el país de los tontos graves

Por: Adolfo Pardo
Fuente: http://www.critica.cl (12.11.09)

A pocos días de la próxima elección presidencial los chilenos seguimos durmiendo a pierna suelta, tan tranquilos como siempre, porque cualquiera sea el candidato que llegue a la Moneda nos parece excelente. Todos son magníficos y todos prometen mayor bienestar, salud y educación pública gratuita, entre otros muchos beneficios. ¿Qué más queremos?
Vamos por parte, uno por uno. Si gana Piñera, el candidato multimillonario de la Derecha, suponemos que va a tener que tratar de cumplir sus promesas de un gobierno bien administrado y sin corrupción. En este momento histórico del país, la derecha no necesita sacar a las Fuerzas Armadas a la calle para someternos a la fuerza, de manera que por ese lado no corremos peligro. Aunque, para poner coto a la delincuencia, en otras palabras a los rotos sin pega que tienen que salir a robar, el candidato dice que va a multiplicar la fuerza policial y un gran porcentaje de los chilenos vamos a ir a parar a la cárcel. Lo que viene a ser algo relativamente parecido a lo que ocurrió durante la Dictadura. Pero como estamos en el mundo de los negocios, del libre mercado, y si admitimos que el candidato es un experto en el tema, podemos suponer —y eso es lo que nos está diciendo entre líneas— que todos tendremos posibilidades de hacernos ricos. Lo que ya es un poquito más difícil de creer. De cualquier manera, la Derecha en el gobierno, por lo menos durante un tiempo, va a tener que portarse bien, hacer las cosas más o menos como se debe y en una de esas no nos va tal mal. Tendremos que soportar, eso si, algunas viejas caras que ya vimos durante el período de Pinochet otra vez determinando nuestras vidas y seguramente, si logran seguir otro período, terminarán privatizando hasta el aire que respiramos. Y a lo mejor para allá va el mundo y eso es lo que hay que hacer. El único problemita que tenemos con nuestro candidato es que es tan re chico que cuando le toque reunirse con otros presidentes en Cancún vamos a tener que ponerle, fuera de cámaras, una banqueta; viejo recurso que por lo demás en Hollywood se viene usando desde los tiempos de Clark Gable. Así que tampoco importa, aunque no sea muy elegante. Eso si que va a tener que dejar de comerse las uñas porque no puede en pleno verano tropical aparecer con guantes de chiporro a la usanza de Mickey Mouse. Pero así y todo no es nadita de tonto, como todos los chicos por lo demás, que hemos tenido que desarrollar la inteligencia a falta del largo par de piernas de B. Obama. Lo único que le queremos pedir encarecidamente es que no ponga a su hermanito —cuyo gran éxito “Era la luna llena” no le pertenece y nunca dijo que la había compuesto nuestro amigo Nelson Araya— como ministro de cultura. Por último decirle al candidato y sus amigos de nuestra oligarquía, que tanto quieren ser gobierno, que se saquen las ganas durante cuatro años y después dejen nuevamente la administración pública a la clase media, a los socialistas, a la Democracia Cristina, a los pobres Radicales que no tiene nada mejor que hacer y que por lo demás lo han hecho razonablemente bien. Y que ellos regresen a sus negocios, a administrar sus propias fortunas. Para que van a perder el tiempo y pasar malos ratos peleando con los estudiantes, los profesores, los funcionarios de la salud y todas la otra ralea de muertos de hambre. Pastelero a tus pasteles, como decían antiguamente. Pero para que quede bien claro, si Piñera y sus aliados, a pesar de todo, quieren darse el trabajo de hacerse cargo de nuestros problemas, allá ellos, nosotros vamos a estar agradecidos. Y en esta elección les deseamos mucha suerte. El único que va salir perjudicado es el propio Piñera que, como es medio cabro chico, cree que ser presidente es super choro. Desengáñese don Seba, es una lata. Para empezar hay que levantarse temprano hasta los domingos y escuchar la canción nacional desde el desayuno de trabajo hasta la noche. Andar todo el rato preocupado de puras cuestiones ajenas, bailar cueca en jardines infantiles y centros de madre, comer empanadas y shupe de mariscos con marea roja en el Terminal pesquero para que después le digan que no escucha a la gente y otras tonteras por el estilo. Lo único bueno es que uno sale en la Tele y los paseos al extranjero, pero usted que es el dueño de Chilevisión y de la línea aérea puede aparecer todo el día si quiere y no necesita que le paguen el pasaje. Ni un chiste.

Frei

Si gana Frei, en hora buena. Los muertos de hambre seguimos como siempre y hasta capaz que un poco mejor. No en vano el candidato también ha prometido el oro y el mono y dice estar decidido a rectificar todos los errores cometidos por la Concertación. Igualmente a ofrecido salud y educación gratuita, terminar con los abusos, la letra chica, en fin toda la martingala. Y el mismo, con los roces y necesidades de la campaña se ha puesto un poco menos momio e incluso en los últimos días se lo ha visto más relajado. Seguramente no solo va a construir las represas en Aisén, va a expropiar al pobre Douglas Tompkins, que es la única persona en Chile que verdaderamente se ha preocupado por nuestro medio ambiente y hasta el río Mapocho lo van a usar para producir electricidad. El que no me crea, dese una vuelta y vea lo que han hecho con nuestro emblemático río Maule, la última frontera araucana, que desde su nacimiento, en la laguna del mismo nombre, hasta las cercanías de Talca es una sola represa. Creo que son ocho y se proyectan actualmente por lo menos tres más. De río no le queda más que el nombre. Pero para que no digan que somos negativos, su eventual gobierno tiene otras ventajas. Los miles de funcionarios enquistados en el aparato del Estado, que debe ser un porcentaje no despreciable de los chilenos, podrán respirar tranquilos cuatro años más, lo que nos es poco. Aprovechen de poner el pie o, mejor, de terminar de pagar la casita, el auto y la tele de plasma. Ojo, que después de este período seguramente tendrán que volver a hacer cinturones, carteritas, ponchos y otras artesanías para venderlas en el Parque Forestal, donde antaño vimos la Violeta Parra. Además —cambie la cara senador, que no estamos en un funeral— podremos seguir riéndonos con los chascarros del eterno ministro Vidal y personalmente no pierdo las esperanzas de que Paulina Urrutia se fije en mí y que nos vuelva a salir el Fondart. Presidente, senador vitalicio, cuente con nosotros. Estamos cuadrados. Incluso le sugerimos otro gran ejercicio militar, en la Antártica. Por ejemplo que los tanques chilenos atraviesen de un lado a otro el continente blanco para los bolivianos y peruanos sepan con que chichita se están curando. O que la Fuerza Aérea envíe un cohete tripulado a Saturno, seguro que Sebastián Piñera se ofrece como piloto, al menos tiene experiencia en helicópteros. Y si se pierde le ponemos una estatua escala dos a uno, para que no se vea tan chico, en la plaza de la Constitución.

Meo

Otro candidato perfecto. Joven, buen mozo, simpático y el que mejor sintoniza con nuestra cultura televisiva. Hijo de uno de los miristas más emblemáticos, Miguel Enríquez, que es como ser hijo de Manuel Rodríguez, e hijo putativo de Carlos Ominami, otro genio que fue ministro de economía del gobierno del Patricio Aylwin cuando tenía más o menos la misma edad que actualmente tiene su hijastro.

Enríquez-Ominami, educado en Francia, es artista, filósofo y además está casado con una estrella de la tele. Qué más le podemos pedir? Le critican que no tiene equipos detrás, o sea que no tiene todo el aparatage de los partidos, que no tiene alcaldes, concejales, diputados, senadores, etc. Dicho con otras palabras, que no forma parte de la cosa nostra política. Pero no se preocupe don Marco, si usted llega a ser presidente todo el mundo va a querer acompañarlo. O alguien cree que si sale presidente algún funcionario, por razones éticas, va a dejar la pega? No puh. Y además, como todos los candidatos, dice que va a gobernar con los mejores. Estupendo, yo estoy totalmente dispuesto. Sin pretensiones de sueldo me ofrezco —como decía Nicanor Parra— para director del Cementerio Metropolitano o para cualquier otra peguita, por penca que sea. Total, igual que usted, mi presidente, tengo los pulmones vírgenes y nunca e percibido un sueldo y con cuatro añitos en el gobierno quedo arreglado. Criticas: suspenda los pucheritos esos que le gusta hacer en pantalla cuando simula escuchar a los demás, a su padre putativo le salen mejor, pero a usted, aunque crea que se ve más sexy no le asientan y para lo único que sirven es para darle facilidades a Stefan Kramer. Lo otro, pero eso se lo dice todo el mundo, no se le entiende nada cuando habla. Pero a quien le importa? Todos sabemos que la majamama que tiene en la cabeza la ordenará cuando escriba sus memorias, en unos 78 años +.

Otra crítica. Deje de usar o, mejor, abandone el slogan del “cambio” —que ya está bien trillado y que en Chile lo estrenó la Derecha con Lavín— por el “recambio”. Alude al recambio generacional, que lo favorece y, de paso, tiene una connotación tuerca, lo que lo sintonizará al menos con la población masculina, que lo único que le interesa es el auto, el fútbol y el sexo. El problema principal que yo le encuentro a su candidatura es que usted cree que tiene posibilidades de triunfar en diciembre, y por lo mismo, para no perder algunos votos a dejado de decir lo piensa, lo que cree y lo que quiere y a terminado pareciéndose a sus adversarios. Malo, malo. A mi me gustaba más cuando decía mar para Bolivia y criticaba al Papa. Igual es comprensible, si yo tuviera posibilidades de ser presidente también diría cualquier cosa para lograrlo. En todo caso, cuente con nuestro apoyo irrestricto. Como dicen, ha hecho un gran aporte a la campaña, a la política y ha obligado al candidato de la Concertación e incluso al de la Derecha a incluir temas, como los del aborto, que sin su aporte probablemente hubieran quedado fuera.

Arrate

El Doctor Chapatín es sin duda el mejor de los cuatro candidatos. Como tiene la suerte de marcar menos de un 10% en las encuestas, puede darse el lujo de llamar a las cosas por su nombre, echar tallas y arreglarse las uñas de sus delicadas y pequeñas manos cuando sus adversarios toman la palabra en los debates. Socialista de toda la vida fue uno de los primeros en renovarse allá por los años 80, cuando el Socialismo Realista comenzó a hacer agua por los cuatro costados y la izquierda cachó que la cuestión se ponía mala y que más valía renunciar a la idea de la Dictadura del Proletariado y reivindicar la Democracia, sistema que hasta entonces consideraban una martingala de la burguesía para hacerse y mantenerse en el poder. Pero como decía la vieja canción de los años revolucionarios, allá por el 59-60, la tortilla una vez más se ha dado vuelta y con esto de las crisis financieras y otras señales preocupantes que nos entrega la realidad contemporánea nuestro candidato ha resuelto arrimarse a un edulcorado partido comunista, reflotar la Esmeralda y volver a las raíces marxistas, lo que a mi personalmente no me molesta. Por el contrario, siempre he pensado que si el mundo se mandara por la razón las cosas deberían andar mucho mejor, pero lamentablemente no es lo que está dispuesto a hacer el 97,3% de la población del mundo, que prefiere tirar la colilla por la ventana del auto y poner los colchones y refrigeradores viejos en la vereda. Y que Moya se haga cargo de la basura. Y el otro gran problema de regirse por la inteligencia, como ocurrió en los países socialistas, es que como alguien debe tomar las dediciones que no toma el mercado, esas personas se transforman en unos verdaderos déspotas, como lo fue don Iósiv Visariónovich Dzhugachvili, mejor conocido como Joseph Stalin.

Sin embargo y a pesar de todos estos antecedentes nefastos, Arrate siendo el más viejo de nuestros candidatos, habla como si fuera el más joven, como si fuera el más idealista e incluso el más realista. Es el único que, por ejemplo, se atreve a decir que hay que darle una salida al mar a Bolivia, lo que es un hecho incuestionable y algo que Chile tendrá que hacer tarde o temprano por la razón o la fuerza, como bien dice nuestro escudo patrio. Ojala salga elegido presidente. Cuente usted don Jorge con nuestro apoyo incondicional.

Resumiendo, gane quien gane estas elecciones los ciudadanos de a pie —como dice F. Villegas— vamos a quedar conformes, o por lo menos creemos que ninguno va a dejar la embarrada, lo que después de todo habla relativamente bien de cómo están las cosas en Chile. Antes de ayer vimos un nuevo debate por el 13, pero el Mega y TVN tuvieron mayor sintonía. O sea que esta cuestión no nos interesa demasiado. Y, para cerrar, en caso de que ninguno de los candidatos salga elegido, yo también quisiera estar en la Moneda y tengo mi propio programa que puedo enviarlo por mail a los respetables en caso que les interese.

Finalmente decirle a los cuatro que gobernar no es tan difícil, preocúpense de recoger la basura de la calle y en lo posible que la señora Juanita separe sus desperdicios en la cocina; reduzcan drásticamente las fuerzas armadas y con eso páguenle más los profes. Dejen que los cabros fumen pitos y díganle al alcalde de Ñuñoa, La Reina y Pelarco que se dejen de podar, por no decir talar, los árboles.

Yo además prohibiría los autos. No hay ninguna razón para pensar que un perico que se desplaza con el celular en la oreja sobre cuatro ruedas y dos toneladas de fierro lleve un destino más rentable socialmente que otro pobre diablo que modestamente viaja en bici. Y sin embargo el primero contamina el triple y ocupa mucho más espacio. Pongan autos chocones en el Parque O´Higgins, otro basural, para que los amantes del volante vayan los domingos a darse unas vueltas en redondo. Córtenla con la tonterita. El progreso de la humanidad no tiene nada que ver con el locomóvil. Menos pavimento y más pastito. Si la pega le queda lejos cámbiese de casa, cámbiese de pega, váyase en micro, camine que le hará bien para las piernas, tome la bicicleta o haga lo que mejor le parezca pero no me venga a echar humo y a meter bulla que la guagua está durmiendo.

Última recomendación: díganle a la presidenta que le pida pololeo a M. Bielsa, que es medio rarito. Igual después se casan y la cigüeña les trae una pelota de fútbol con los ojitos azules.

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