Kapos, quintacolumnistas y demagogos manejan la política chilena

Por: Arturo Alejandro Muñoz
Fuente: http://www.kaosenlared.net (13.08.09)

SI LES CREEMOS a las encuestas de opinión, Sebastián Piñera sería el próximo Presidente de Chile por el período 2010-2014, pero carecería del apoyo necesario en el Congreso Nacional donde la Concertación tendría mayor número y presencia de parlamentarios. En palabras simples, o en buen chileno, “no pasaría ná, y todo seguiría igual”.

Efectivamente ocurriría poco, y la novedades serían mínimas e intrascendentes para la mayoría de la población, ya que el sistema económico (neoliberal) y el sistema político (binominalismo) mantendrían su presencia férrea en nuestro territorio, así como también la continuidad a ultranza de la actual Constitución Política impuesta a esta seudo democracia por una de las peores y más sangrientas dictaduras conocidas en el continente americano.

Con o sin Piñera en La Moneda, el pequeño mundo financiero-económico-político criollo seguirá aireando y utilizando con desparpajo ese falaz documento llamado Encuesta CASEN, del que se desglosan los programas de asistencia social, construcción de viviendas, atención de salud, educación pública, etc., los cuales –obligadamente- deben basar sus presupuestos económicos en los guarismos e indicadores de una encuesta trucha, manejada mañosamente en beneficio de intereses económicos del empresariado transnacional .

Y, obvio, también de la clase política que ya formó una sociedad administrativa-comercial que, además, se esfuerza en construir la dictadura perfecta (esta CASEN es la que señala, oficialmente, que en Chile, POBRE es aquella persona que tiene ingresos menores a$49.000 al mes; por lo tanto, el que gana $50.000 mensuales, en Chile, según el dupolio binominal y el empresariado,NO ES POBRE).

Todo aquello no va a cambiar con Piñera, ni con Frei, ni con Enríquez-Ominami., pues ellos ya avalaron graciosamente las interesadas mentiras de ese documento.

Entonces, ¿dónde está la diferencia? ¿En las políticas laborales? En nuestro país solamente el 11% de los trabajadores tienen acceso legal a la Negociación Colectiva y menos del 10% de los asalariados pertenecen a un sindicato. No ocurre ello en naciones más civilizadas, como Suecia y Noruega, donde el 92% de los trabajadores negocian colectivamente, una estupenda fórmula para acortar de verdad la brecha económica entre ricos y pobres sin crear traumas sociales ni pánicos bursátiles.

Algunos ilusos (y otros vivarachos, amén de fanáticos sin movimiento propio) arguyen que al menos esta vez el sistema podría contar con un par o un trío de parlamentarios comunistas, quienes realizarían –desde el interior de la Concertación y de toda la clase política parlamentaria- una “ardua labor de concientización y terapia democrática” para ir provocando cambios y giros en el andar legislativo.¡¡Es una de las historias de ciencia ficción más leída en este año 2009!! ¿Tres granos de arena hacen una playa?

Aún más, los amigos comunistas chilenos…corrijo: los amigos dirigentes comunistas chilenos DE ESTE MOMENTO, ¿tienen realmente la capacidad intelectual, política, sociológica y anímica necesarias para enfrentarse día a día a un Congreso que -en rigor y esencia- los rechaza visceralmente y los aislará en la misma medida que les negará apoyo en sus proyectos de ley? Los felicito por la intención y el valor, pero insisto en recordarles que la política real se hace estando uno despierto, no soñando.

INVADIDOS POR QUINTACOLUMNISTAS

Todas estas disquisiciones traen a la memoria el desarrollo trágico y siniestro de la política nazi en las décadas de los años 1930- 40, específicamente en los terroríficos campos de concentración donde –de manera hábil y detestable- los dirigentes del partido nacionalsocialista alemán (particularmente los jefes de las Tropas de Asalto o SS y de la Gestapo) extrajeron de las filas de los prisioneros a ciertos elementos para entregarles la repudiable responsabilidad de “cuidar y ordenar” al resto de los detenidos.

Esos individuos, generalmente propietarios de actitudes violentas y métodos brutales, se les conoció con un nombre o apelativo que en el curso de los años fue cambiando hasta adquirir erróneamente cierta fisonomía de buen talante social. Eran los kapos.

Pero los kapos no eran nazis, y tampoco eran alemanes; se trataba entonces de prisioneros deportados por la Wermacht y la Gestapo, pero prisioneros de confianza de los guardias nazis y que gozaban de ciertos privilegios (comían, vestían y recibían mejor asistencia médica que el resto de los detenidos) a cambio de servir incondicionalmente a los amos absolutos, los SS, en todas las tareas al interior de los campos de concentración, incluso en las de asesinos y verdugos.

En la actualidad, esos privilegios podrán parecer humildes a cualquier ciudadano de nuestros países, pero en las condiciones infrahumanas existentes en aquellos recintos de muerte y horror tales ‘excepciones’ les permitían permanecer con vida y regular estado de salud, mientras que en torno suyo los demás deportados morían como moscas producto del hambre, las enfermedades, las torturas y, por cierto, el asesinato masivo. En tales condiciones se trataba entonces de privilegios exorbitantes.

En Buchenwald, Auschwitz, Treblinka y otros campos de concentración nazis, los kapos eran designados de entre los mismos prisioneros por la oficialidad nacionalsocialista, y actuaron al servicio de los SS y Gestapo más eficazmente que los propios soldados alemanes. Su brutalidad fue inconmensurable, quizá mayor incluso que su traición a la patria, la raza y la humanidad.

Esta colaboración activa de los kapos en las más negras y mortíferas tareas creó un odio mortal de los demás prisioneros hacia ellos, a veces aún mayor que hacia los nazis, porque éstos eran el enemigo y el mundo estaba en guerra. Un enemigo monstruoso, es cierto, pero enemigo al fin y al cabo, mientras que los kapos eran camaradas coterráneos, tan deportados y tan prisioneros como todos ellos pero que actuaban cual fuerza represiva oficial al servicio de los SS.

Para manifestar su odio y desprecio, los prisioneros de los campos de concentración les llamaron kapos, o sea, Kameraden Polizei, camaradas policías.

Hoy, en Chile, en política, ¿cuántos kamaraden polizei están actuando, intercediendo e incluso sufragando por la derecha a través del apoyo a un bloque concertacionista que, a fin de cuentas, no es sino un apéndice de los grupos ultramontanos capitalistas que dirigen el país desde la época de la dictadura militar? Esto debería preocupar seriamente a quienes se encargan de elegir los cuadros técnicos en cada tienda partidista popular.

Es que en nuestro país se está dando incluso el caso contrario, vale decir, algunos reconocidos y destacados miembros del conservadurismo pinochetista neoliberal y antidemocrático –de esos que en los 17 años de dictadura colaboraron hasta con la DINA y la CNI entregando nombres de chilenos para que el milicaje los torturase, exiliase o asesinase- hoy se alistan –como verdaderos infiltrados quintacolumnistas- en las filas de partidos que tienen raigambre popular y logran alcanzar cargos, puestos y nominaciones que al mismo pueblo les son vedadas por una dirigencia cuya conducta y acción raya en el estalinismo.

LA OCULTA VERDAD DE UN PENSAMIENTO PARLAMENTARIO.

¿Cuántos alcaldes y concejales presentados y avalados por la Concertación pertenecían (o siguen perteneciendo) a las cofradías patronales del inquilinaje mental impuesto por Pinochet? ¿Cuántos seremis, gobernadores y jefes de servicios públicos son derechistas infiltrados trabajando para el régimen neoliberal globalizador? Es decir, impulsan y defienden un régimen cuyo objetivo primordial es el mantenimiento del statu quo…v.gr.: que las cosas y las situaciones continúen tal como están, sin cambiar un ápice en lo que pueda ser fundamental.

Y ello no es un asunto de menor valía, ya que no ha muchos meses, en la madrugada de un regado cumpleaños familiar, un ex-dirigente regional de una tienda política –con el cuerpo bamboleando por efecto del alcohol- expresó su opinión respecto a la baja cantidad de jóvenes inscritos en los registros electorales, y tal comentario –no me cabe duda ya- representa en cierto grado la postura real que la alta dirigencia de los partidos que conforman el duopolio binominal mantiene bajo siete llaves y detrás de gruesas puertas.

Dijo ese ex -dirigente: “si yo fuera parlamentario haría lo mismo que hacen hoy en silencio muchos diputados y senadores: evitar en los hechos concretos que la cabrería se inscriba en los registros electorales, y también lucharía pa’callado para que los universitarios y los flaites de las poblaciones siguieran drogándose y emborrachándose todos los días, porque eso significa que ninguno de esos huevones se va a interesar en la política y con ellos afuera yo sigo adentro del Congreso”.

Quizás las encuestas estén acertando en sus pronósticos y esta vez la derecha y el pinochetismo alcancen el triunfo, ya que entre kamaraden polizeis e infiltrados, amén de los miles de tontos útiles y de desinformados consumistas de realities televisivos y farándula barata, la estructura institucional de nuestra actual seudo democracia no sólo es un mal chiste sino, también, un enorme socavón por donde pueden colarse los personajes más insólitos de nuestro quehacer público, tal cual ocurrió el año 1952 cuando el ex dictador Carlos Ibáñez (con apoyo de grupos nazis) se encaramó al sillón de O’Higgins por la vía electoral, merced a que la ciudadanía –al igual que hoy- estaba harta de una clase politiquera demagoga, mentirosa y corrupta.

Pero el problema de este año 2009 no se condice exactamente con el acaecido en 1952. Carlos Ibáñez representó en su momento la “no política partidista” frente a los radicales, conservadores, liberales y comunistas, amén de prometer un entramado económico diferente al que impulsaban esas tiendas.

Con el caso de Sebastián Piñera –y lo hemos dicho cien veces- no se produce nada nuevo, no hay ninguna oferta que difiera fuertemente de lo que ya existe o de lo que sus adversarios también propugnan. Piñera, al igual que Frei y Enríquez-Ominami, es simplemente más de lo mismo…y con mucho ‘más de lo mismo’ deberán vivir los chilenos de aquí en adelante estos próximos cuatro años, pese a que en rigor y esencia la mayoría de la gente, en su fuero interno, está profundamente disconforme con el estado de cosas, pero nadie que se encuentre en su sano juicio apostará fichas por el caos, el desorden y la desobediencia civil progresiva. .

Por ello, quienes trabajan, luchan e impetran por establecer en Chile una Asamblea Constituyente, y mediante plebiscitos futuros echar abajo de una vez por todas el sistema bicameral que en la actualidad destaca por el familisterio, corrupción y anquilosamiento, obtienen cada día mayor apoyo ciudadano y ven sumarse voluntades a una tarea que reclama urgencia, pues de kapos, infiltrados y demagogos dominando la política nacional, Chile está ya hasta más arriba de la coronilla. .

Una respuesta

  1. Desde el 2007 sigo los articulos que escribe A.A.Muñoz en diversos medios como granvalparaiso, kaosenlared y thepaskin. No soy un experto en materias de prensa ni en materias literarias pero según mi parecer Muñoz es hoy dia uno de los mejores articulistas chilenos y sin duda uno de los más valientes. ¿No sería posible invitarlo a participar en una charla o en un panel acá en la UPLA o en ARCIS porteña? He conversado sobre esto con muchas compañeras y todas están de acuerdo conmigo.

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