Hernán Montecinos

Por: Alvaro Cuadra
Fuente: http://www.g80.cl (27.06.09)

Un equipo de periodistas que acompaña a una comitiva presidencial debe mantener siempre una presencia discreta que no altere o perturbe el despliegue de los protagonistas de la noticia. La misión de un periodista, en tales circunstancias, es dar cuenta y registrar los hechos que suceden. Cualquier otra actitud es un desatino y una falta de profesionalismo sin límites. La bochornosa anécdota en la que un grupo de periodistas chilenos le solicitan al Presidente de los Estados Unidos de América señor Barack Obama que pose con ellos para la posteridad no sólo es un gesto de adolescentes inmaduros sino más bien un comportamiento de muy mal gusto que atenta contra el mínimo decoro que debe rodear la presencia de los Presidentes de Chile. Lo provinciano del gesto da cuenta de la mala formación de nuestros profesionales que creen que el mundo se ordena según sus criterios de farándula.

Desde otro punto de vista, llama la atención que los periodistas hayan planteado una solicitud tal. Ello se explica, en parte, por el tipo de campaña del Presidente Obama. En efecto, su manera de plantear una campaña Podcast, altamente mediática, lo convirtió en un “ícono cultural” mundial del siglo XXI, desatando en todo el orbe la Obamanía. De algún modo, esa seducción de la “imagen Obama” se cristaliza en la inmediatez psíquica y social que genera el personaje: de ahí a querer sacarse la foto con el Presidente Obama hay un paso.

Con todo, eso no justifica el incidente. El periodismo chileno se orienta estos últimos años a desinformar a los chilenos, privilegiando la anécdota y la imagen por sobre las cuestiones de fondo. Ninguno de los despachos de Washington nos informa del alcance político de la visita ni de sus importantes aristas económicas. Hay falta de análisis y seriedad. Cabe poner en duda si alguno de los periodistas que reclamaban la fotografía con el Presidente Obama sería capaz de responder a la pregunta sobre el alcance y el significado profundo de esta visita en el concierto latinoamericano actual.

Tal parece que nuestros periodistas están bien capacitados para denunciar melodramáticamente sobre las andanzas eróticas de un futbolista con alguna vedette o de un choque en la esquina, pero no para ocuparse de política nacional ni, mucho menos, de política internacional. Con muy escasas excepciones, el periodismo chileno adolece de una precaria formación intelectual y de una mínima o nula capacidad investigativa, cuyo resultado lo padecemos a diario en la pésima prensa a nivel impreso y televisivo.

Bajo el supuesto de que la mayoría de los chilenos somos imbéciles e ignorantes, la prensa y los noticieros de nuestra televisión abierta recorren el mundo en escasos ochenta segundos, carecen de analistas solventes, salvo, claro está en farándula y fútbol y explotan obscenamente los episodios y anécdotas más sórdidos en pos del anhelado “rating”. Salvo uno que otro programa radial, y algunos medios alternativos, en el Chile de hoy no se nos informa. Vivimos la paradoja según la cual los periodistas nacionales se aficionan a tomarse fotografías con personalidades mundiales sin alcanzar jamás a ver el pajarito.

Álvaro Cuadra
Investigador y Docente de la Escuala Latinoamericana de Postgrados. ELAP. Universidad ARCIS

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