Por: Norton Contreras Robledo (desde Suecia)
Fuente: Especial para http://www.hernanmontecinos.com (15.06.09)
Hace unos días mi apreciado amigo Hernán Montecinos, publicó en su página Web un artículo bajo el título «Izquierdistancia y desolación política», lo publicó el mismo día de su recepción ((08.06.09). Lo que Hernán nunca imaginó es que el artículo iba levantar tanta polvareda. Así se lo hicieron saber innumerables mails que le fueron enviados por sus amigos y otros tantos lectores desconocidos. En todo caso mi amigo sospechaba que eso podría ocurrir porque fue consciente, al momento de publicar dicho artículo, que su tono y lenguaje no era el más apropiado para ser considerado dentro de un debate de ideas con alturas. Debe de ser por eso y precaviendo lo que iba a ocurrir, que hizo una nota introductoria explicando los motivos que lo habían inducido a publicar la misma. Al parecer dicha explicación fue demasiado breve y, por tal, insuficiente, para que se comprendiera el propósito . En la nota editorial se expresa que; «que dicha publicación lo hacía a «modo de excepción», consciente que el lenguaje de ésta contravenía dichos principios y no se avenía al discurso socialmente aceptado» .Pero esa es otra historia.
Más allá de compartir o no los términos, los calificativos y el lenguaje. Mas allá de la apología o la condena a la forma. Pienso y estoy convencido que la esencia del artículo, es que refleja el espíritu y el estado de ánimo de muchas almas y corazones. Son miles de personas de izquierda que sienten desilusión y frustración ante la degradación a que se ha llegado en la política de nuestro país.
La indignación frente a tanta mentira y demagogia, la rabia de ver como » candidatos presidenciales» militantes socialistas que por ende han apoyado durante tres mandatos a el gobierno de la concertación que:
“Representa a los sectores que asumieron como propio el proyecto de la dictadura, aplicando algún parche para que siguiera todo igual, adscribiéndose plenamente al neoliberalismo y profundizando en el modelo. Este es un gobierno que no tiene nada de progresista o de izquierda, sino que es profundamente neoliberal, autoritario y represivo. Ha abandonado su programa de cambios democráticos, manteniendo la misma constitución pinochetista. Un sistema electoral binominal que sólo permite la representación de los dos bloques que están en el sistema, han instalado la inmunidad en todos los planos, convirtiéndose en un gran instrumento de permanencia del modelo».
Y ahora esos candidatos se muestran como alternativa de izquierda en Chile. Hay que tener muy mala memoria.
Durante estos casi 19 años de gobierno de la concertación, el pueblo, los sectores más pobres, más desposeídos y mas marginados nada han recibido. Lo único que han hecho los gobiernos de la concertación es tratar de maquillar el sistema capitalista de dibujar una sonrisa o una cara más humana. No han realizados cambios económicos y sociales que conlleven a cambios estructurales en la sociedad,
Los políticos en el poder se han convertido en una clase en si, que por sus sueldos, sus grandes ingresos y su posición en la sociedad, se han separado, se han divorciado de las clases y sectores que dicen representar .En estos 19 años no han sido capaces de terminar con la ley electoral binominal, una ley maldita elaborada para excluir al pueblo de ser representados en el parlamento. Y hoy dos candidatos presidenciales que militan o militaron en el PS, apoyando el gobierno, se presentan como una alternativa de cambio. Hay que tener muy mala memoria y muy poca vergüenza.
Es en este contexto en que yo entiendo la forma y el contenido del artículo «Izquierdistancia y desolación política», Puesto que la actitud de estos «señores» candidatos presidenciales . O el discurso, la actitud política reflejada en el paso táctico de quienes plantean que hay que elegir entre » EL mal mayor, y el mal menor » dando de esa forma el voto a la concertación en una eventual segunda vuelta. Lleva a la izquierda a ser el carro de cola de la concertación, ayudando a empujar por el camino del neoliberalismo,.Todo esto produce mucha desolación , rabia y frustración. El mundo hay que enfrentarlo con irreverencia y protesta. Tenemos que hacernos sentir.!
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