La Izquierda dislocada

Por: Roberto Avila Toledo
Fuente: http://www.wlclarin.cl (11.04.09)

La izquierda es un entramado de sentimientos y una potente estructuración teórica. El optimismo histórico de la izquierda, que la hace metodológicamente crítica, es antes que nada un tributo a la esperanza, sin la convicción en que el hombre y la sociedad pueden mejorar todo cuestionamiento del presente se hace vacuo.

De la esperanza nace el coraje. Miles sino millones han muerto por la ideas del socialismo, Allende en La Moneda, el Che en una selva, Rosa Luxemburgo recibiendo el culatazo artero, Robespierre en la guillotina, Santucho solo contra el mundo, cuantos bajo la tortura, el montaje criminal, lanzados al mar, la lista se haría gigantesca.

Mil formas de dignidad ha desplegado la izquierda. Recabarren se negó a asumir como parlamentario cuando se le trato de imponer un juramento religioso que violentaba sus concepciones científicas del hombre y el universo. El 26 de Julio de 1989 Fidel Castro en Camaguey señaló “si mañana o cualquier día recibimos la noticia, que esperamos no ocurra jamás, de que la URSS se ha derrumbado o ha estallado en ella una contienda civil, Cuba y la revolución cubana seguirían resistiendo”. Y resistieron, no los pudieron aplastar y anexar, por hambre y enfermedades, como esperaba el gobierno norteamericano.

Ese abanico de coraje, esperanza y dignidad no es sólo un sentimiento sino también expresión de un optimismo histórico que teorizado por primera vez por Condorcet y Hegel encuentra en Marx una síntesis notable como expresión superior de la modernidad.

Aún en nuestros incomprendidos tiempos posmodernos, de los que mucho se habla pero poco se comprende, las ideas del socialismo en su dimensión original, es decir libertaria, su desconfianza en el mercado salvaje, su opción por la ciencia, su visión integral del mundo (hombre-naturaleza) tienen renovada vigencia.

De otra parte y a diferencia de otros sistemas sociales el capitalismo puede dejar como legado un planeta destruido ecológicamente y una economía en ruinas, para los que sobrevivan para ello.

La izquierda ha sido la Casandra científica de nuestros tiempos. Hay también una tierra prometida, aún después de la caída del muro y de las burocracias que usaban el nombre socialismo, millones han renovado, especialmente en América Latina, su esperanza en un mundo mejor.

Que hay de la izquierda en Chile?

Las izquierdas en Chile promueven a diez candidatos presidenciales, Tellier, Arrate, Navarro, Hirsch, Arrate, Pamela Jiles, Hector Vega, Eduardo Artés, Enriquez Ominami y Eduardo Frei.

Este último no es ni por asomo un hombre de izquierdas. Durante su gobierno se consolidó el modelo neoliberal, el personalmente privatizó las empresas sanitarias, en contra de la voluntad de su propio conglomerado de gobierno y logró rescatar a Augusto Pinochet de su detención en Londres, evitándole un juicio por violación a los Derecho Humanos, servicio extraordinario que ni siquiera sus propios partidarios estaban en situación de prestarle. Pinochet murió en su cama, se le dio un funeral oficial en la Escuela Militar del general Bernardo Ogiggins donde acudió la ministra de defensa por encargo de la presidenta Bachelet a rendirle el último homenaje.

Es cosa curiosa, podría usar otro calificativo, pero Pinochet y su dictadura tienen responsabilidad evidente en la muerte de los padres de Frei y Bachelet. No juzgo a nadie, pero yo no rendiría homenaje ni defendería a nadie que tuviera responsabilidad en la muerte de mi padre.

Sin embargo, y con todo este currículo, don Eduardo Frei es el candidato de un sector de la izquierda; la que está en el gobierno, para empezar. Porqué?

El resto de los candidatos son claramente personas de izquierda, progresistas y de convicciones democráticas indubitadas. Hay gente muy valiosa, en ese abanico, Arrate, uno de los pocos políticos que escribe y muy bien, su cultura nos recuerda a los viejos tribunos de ayer, la inteligencia aguda de Pamela Jiles, la honestidad de Artés, la reflexión profunda y a latigazos de Marco, la trayectoria humilde, grandiosa y silenciosa de Tellier, Hirsch que de estar en otro domicilio político sería ya ministro o senador .

Un sector de esa izquierda, el Juntos Podemos (JP), quiere pacto parlamentario con la concertación, lo exige, lo pide, lo reclama. Le ponen trabas, luego un guiño, la cosa está por verse, sino resulta no será por falta de interés y voluntad del JP. Lo importante es que el candidato real de esa izquierda es Eduardo Frei, que en Chile la segunda vuelta es la elección de verdad. Y eso lo confiesa esa izquierda cuando dice que hay que “parar a la derecha”. El socialismo francés tuvo que llamar a votar por la derecha para parar a la ultraderecha. Chile entre dos derechas escribió alguien por ahí.

Claramente Recabarren hizo cosa distinta, bueno, quizás por ello la III Internacional condenó el “recabarrenismo” como desviación de ultra izquierda. Donde esta hoy la III Internacional?, en un cubo.

El otro sector, parece no pensar cosa distinta, es un problema de candidato presidencial, puedo equivocarme Hay varios candidatos, porque no se juntan?, es muy tonta la pregunta?, carece de sentido común?, quien decide? el pueblo, como? votando, quienes?, todos los que quieran. Si hasta la oligarquizada concertación pudo hacer una primaria abierta, no fue un ejemplo cívico ni de buenos modales, pero la hizo.

Para que apoyar a otros, porque no apoyar a un candidato único y propio, ahora que la crisis global económica del capitalismo, que tarde o temprano devendrá en política, hizo evidente la necesidad de una alternativa. Para que apoyar a quienes seguirán privatizando, reprimiendo a los mapuches, con la educación pública en el baúl de los recuerdos, alineados con los norteamericanos, rindiendo cuentas en el ENADE, con la salud como negocio y mamando como lo han hecho durante dos décadas.

No está en un buen momento la izquierda, está claramente dislocada.

ROBERTO ÁVILA TOLEDO

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