Por: Deolidia Martínez*
Fuente: CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales), www.clacso.org
Título original: Abriendo el presente de una modernidad inconclusa: Treinta años de estudio del trabajo docente
*Sicóloga del trabajo
Instituto de Investigaciones Pedagógicas “Marina Vilte”
Buenos Aires, Argentina, septiembre de 2001.
INTRODUCCION
El trabajo, como categoría de análisis, ha perdido centralidad luego del último cuarto de siglo. Hoy se vuelve la mirada hacia la vida social y cultural para explicar problemas laborales. Sin embargo para algunas ramas del trabajo –postergadas como objeto de investigación- esa categoría no ha perdido interés sino todo lo contrario, está en el centro de muchos interrogantes actuales. En el campo de estudio del trabajo docente, desde los años setenta se abren problemas de investigación que siguen vigentes. Este tema se va develando, haciéndose visible al interés de los investigadores, en diversos atravesamientos de la vida cotidiana de los docentes en la escuela . Nos interesa estudiar el surgimiento de un sujeto histórico, su constitución y posicionamiento. El trabajador de la educación, el sujeto que la realiza. Tres ejes o ángulos de mira aportan materiales al conocimiento de una historia opaca, de antiguas creencias, de complejas razones y de acuciantes incertidumbres que habita la escuela y la vida de maestros y profesores: • el sufrimiento, • el proceso de trabajo docente y • la escuela.
El sufrimiento.
Los padecimientos de los docentes expresados como enfermedades laborales y el refugio buscado en la seguridad social , para atender un significativo incremento de la demanda de tratamientos psiquiátricos con licencias prolongadas , han sido una puerta de entrada a los primeros estudios sobre los trabajadores de la educación. Hasta donde hemos podido indagar esto ocurrió de esta forma en todo el mundo… A la vez significó , para profesionales de la salud ,una llamada de atención sobre el trabajo que realizan maestros y profesores en las escuelas, no pensado hasta esos momentos como nocivo para su salud. Hasta aproximadamente 1970 la investigación de salud ocupacional estuvo centrada en el obrero industrial, el “trabajador” de la época. La relación salud- trabajo docente comienza a problematizarse desde el campo de la salud mental en Europa. En la época del stress se abren vastos estudios en Inglaterra y Francia . En la URSS, específicamente en Dresden, Alemania Oriental, – son los años `70- existió un Instituto de Medicina del Trabajo especialmente dedicado al tratamiento e investigación de los docentes y sus enfermedades . En algunos países de Latinoamérica como Argentina, Ecuador, Brasil, Cuba y México el trabajo docente también se revela como problema a investigar a partir de las enfermedades de los maestros y profesores y el sufrimiento psíquico en sus múltiples manifestaciones. Primero con estadísticas descriptivas y frecuencias simples en estudios epidemiológicos , luego con una mirada más amplia y crítica, estudiando las condiciones de vida y de trabajo en la escuela (Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo-CYMAT docente), considerada ésta como “local de trabajo” –por primera vez en la historia administrativa escolar -con sus riesgos y problemas de seguridad . Actualmente desde la psicología del trabajo, la psicología clínica y el psicoanálisis se estudian síndromes específicos: el “burnout ” (quedar sin fuego, apagarse, fundirse), el “desestimento” (desistir, abandonar, dejar de luchar) concepto desarrollado en Brasil a partir de una investigación realizada en el sindicato docente por el Laboratorio de Psicología del Trabajo de la Universidad de Brasilia (dirigida por Wanderley Codo) y el “malestar docente” en Argentina, así denominado desde 1993 en la investigación realizada por CTERA, con la primera muestra nacional sobre condiciones de vida y de trabajo de los docentes . Esta última investigación tiene continuidad hasta nuestros días, a través de una modalidad participativa en la que trabajan psicoanalistas, psicólogos del trabajo, sindicalistas y docentes de diversas ramas del sistema escolar argentino. Una de sus expresiones públicas son las Jornadas Nacionales de Malestar Docente organizadas por el sindicato docente -CTERA- y la organización nacional de los psicólogos –FEPRA-. Realizadas una cada año (1999-2000-2001)tienen una importante producción teórica y casuística sobre modalidades de intervención y de afrontar el sufrimiento psíquico en la escuela.
En México hay realizaciones con un abordaje cercano desde la práctica psicoanalítica con grupos de profesores que analizan su construcción de identidad docente. Sufrimiento y subjetividad constituyen el eje de interés en esta aproximación al estudio del trabajo de los docentes desde el psicoanálisis. En los últimos años el campo comienza a abrirse con un contenido más político, surgen estudios de la “Salud en la escuela”, como modo de abarcar e integrar las disciplinas de la Salud Laboral u Ocupacional con la Salud Escolar, entendiendo que docentes y alumnos requieren una protección y prevención conjunta y/o compartida . Esta línea al mismo tiempo que denuncia una fragmentación administrativa, estimula la propuesta de políticas públicas más reales.
Quedan abiertas preguntas ¿por qué tanto dolor para que la historia dé cuenta que dentro de la escuela también había un trabajador? ¿Por qué el cuerpo y la locura fueron los vehículos para visibilizarlo? ¿Por qué está tan velada la materialidad de la escuela? tienen que ocurrir accidentes y enfermarse seriamente sus protagonistas para que se preste atención a la realidad del trabajo? ¿Por qué la desidia, la falta de deseo…?
Proceso de trabajo docente.
En la segunda mitad del siglo XX, la economía interviene significativamente en los estudios de sistema educativo a nivel mundial y regional. Las políticas nacionales de gobierno de la educación comienzan a revelar un claro sustento en teorías económicas que definen decisiones financieras de organismos internacionales. La UNESCO se apoya en la economía de la educación para los planes de desarrollo, tanto en los países centrales como periféricos. La teoría del “capital humano” y los economistas de la escuela de Chicago influyen y determinan políticas de planificación de los organismos internacionales de financiación educativa. El futuro de los países en desarrollo, está en su poder . Así, la economía y la administración pública comienzan a estudiar nuevas formas de control y regulación sobre los docentes, como ejecutores de planes y programas. El trabajo está administrado por un control burocrático central y las expectativas de resultados a futuro de las inversiones realizadas por los entes financieros mundiales. Los diseños de reformas educativas para la América Latina, desde México al Cono Sur, se ponen en marcha desde mediados de los 80’s. El mercado de trabajo regional globalizado tendrá nuevas necesidades, requerirá aportes diferenciados desde un sistema educativo que deberá estar diseñado para satisfacerlas. Comienza “el ajuste” presupuestario para los servicios públicos y seguridad social, no hay excedente. Es el fin del Estado de Bienestar- de todas formas inconcluso en la región- inicio del Estado Evaluador para la educación dentro de un desarrollo intensivo de políticas de globalización económica y cultural ; la relación Estado-Mercado entra en un desequilibrio inquietante.
En los 70 y 80 la sociología del trabajo y la sociología de la educación comienzan un camino de análisis crítico de la realidad social y en expansión para Europa y América . Un interesante análisis de esta época puede verse en los estudios de Vanilda Paiva en Brasil. Con H. Braverman y recuperando la tradición del análisis del proceso de trabajo en el capitalismo, algunos investigadores centran su estudio en esa categoría -“ proceso de trabajo”- hasta ese momento no utilizada en investigación para analizar la realidad del trabajo de los docentes en la escuela y a ésta como “local de trabajo”.
Las distinciones conceptuales entre proletarización y profesionalización para el análisis de la situación laboral de los maestros y profesores y la creciente pérdida del control del proceso de trabajo que realizan, abre en los 80’s un debate sin cerrar aún en Europa y América . Este control burocrático central ,está en juego en la realidad de cada escuela y cada aula. Es visible para los organismos de gobierno de la educación y las entidades financieras que aportan los créditos, en los resultados globales del sistema educativo. Sin embargo, está todavía oculto para la conciencia de muchos trabajadores de la educación y de gran parte de la investigación educativa. Visibilizarlo es un desafío teórico y político. En qué consiste para el trabajador de la educación tener control de su proceso de trabajo? Reconocerlo es identificar el producto de su trabajo. Distinguir la realidad de la escuela- cada escuela- diferente de los resultados del sistema educativo. Cualidad fundamental de la información sobre el trabajo docente y el producto de un proceso. Debate intenso que requiere profundidad en el análisis e identificación de intereses en pugna. Por un lado un poder que requiere excluir, recortar el gasto, controlar el producto para un mercado fuertemente dual y por otro lado, docentes y alumnos, escuelas, defendiéndose de la descalificación y el abandono del Estado Benefactor en fase terminal. ¿Hay producción de conocimientos en esta situación? ¿Es el conocimiento nuevo el producto esperado en ambos territorios? ¿El sistema y sus expertos, la escuela y los docentes. Los resultados buscados no son los mismos. Tiempos y espacios de producción, condiciones de trabajo y salarios, muy diferentes y desiguales. ¿Hay intercambio de información útil? ¿Comunicación intrasistema? Sistema-escuela? Es difícil de identificar.
La investigación sobre el trabajo docente se abre en paralelo: dos campos diferentes: Uno se construye teóricamente desde la relación capital-trabajo y trata de analizarla sobre el sector terciario- de servicios- tiene en cuenta las transformaciones que impone la globalización en ese sector – históricamente relegado ante el trabajo industrial – construye su objeto de estudio desde el trabajador de la educación y su proceso de trabajo en la escuela. El otro, desde un interés financiero global y desde equipos de gobiernos neoliberales, está centrado en el sistema educativo y la búsqueda urgente de resultados a través de reformas educativas implantadas- entre varios motivos- por las necesidades del mercado laboral mundial y regional a futuro. Sus objetos son resultados efectivos para el sistema. Matrículas, evaluaciones ,logros estandarizados, regulaciones y desregulaciones del trabajo docente, estudios de “ausentismo” y nuevos disciplinamientos laborales. Problemas de costos por alumno y eficiencia administrativa en el registro de los datos son algunas de sus preocupaciones…
También aquí surgen preguntas: ¿Qué competencias se requieren hoy para ser un educador?, ¿qué distancia hay entre lo prescripto y lo real en el trabajo docente?, ¿qué diferencia tienen el currículum prescripto, el real y el oculto?, ¿ha variado el contenido del trabajo en la escuela?, ¿cómo recuperar el producto-conocimiento en el proceso de trabajo?, ¿qué controla aún el docente del trabajo que realiza?, ¿cómo está el debate profesionalización-proletarización en la docencia?, ¿qué nuevos disciplinamientos ha impuesto la administración de la educación?. ¿Qué se ha expropiado? ¿Escuela? ¿Saber docente? ¿Conocimiento sobre la enseñanza? ¿Hay cooptación sobre los docentes? ¿La autonomía de la escuela es posible? Y una cuestión clave: ¿cómo afrontan su cotidianeidad y la transformación posible -desde adentro del proceso de trabajo docente – los trabajadores de la educación, reconociendo su subjetividad, desplegándola, sin neutralizarla ni reprimirla? El rescate de la subjetividad docente está en pleno desarrollo en la investigación social y educativa Con enfoque de género los avances son muy significativos y abren un campo inédito en el análisis de la historia de la docencia y de la tarea de enseñar .
Un campo interdisciplinario que relaciona investigadores en red es el que hallamos en recientes estudios ergonómicos y de género, centrados en docentes y realizado por biólogos, médicos, sociólogos, psicólogos y abogados laboralistas. Los puestos de trabajo y la ergonomía cognoscitiva abren una brecha muy interesante en Canadá (Quebec) y Venezuela (Maracay) en recientes investigaciones sobre docentes. Con método etnográfico registran el trabajo en espacios escolares, aulas, patios y escuela .
La escuela
En la historia reciente – los últimos treinta años… —la Antropología Social, la Etnografía y los estudios de vida cotidiana en la escuela, los análisis de las prácticas y de la identidad docente han avanzado en profundidad en el estudio del trabajo de los docentes y de la escuela. Sin embargo, el avance es parcial pues se conoce más el aula que la escuela y el trabajo individual mas que el de realización concreta en colectivo. ¿La escuela, es un objeto de investigación aún no totalmente construido? Es una pregunta que recorre algunas investigaciones hace tiempo… Ha despegado de considerarla una sumatoria de aulas. La escuela como construcción social y cultural original y singular, está atravesada por la organización del trabajo y la organización escolar, la administración educativa, la arquitectura escolar y la psicología institucional, entre varias miradas actuales que la toman como objeto. A juicio nuestro, estos campos y áreas profesionales, no están comunicados e integrados y no sintetizan todavía un conocimiento concreto sobre la escuela. Los cambios necesarios en su organización interna y los motivos reales para movilizar un “tiempo” histórico casi detenido en una organización escolar diseñada en el siglo XIX , aún no tienen voz y palabra en la cultura escolar y los nuevos diseños socio-pedagógicos. Espacio y tiempo escolar ceñidos a un orden burocratizado, padecen una inercia con importante y negativo efecto sobre la producción colectiva cotidiana de alumnos y docentes. El factor inercial que actúa sobre lo prescripto del trabajo docente es un obstáculo duro de remover y causa de malestar en el docente por la impotencia que genera y la descalificación de lo real del trabajo realizado. Las investigaciones apoyadas en la Antropología Social, la Pedagogía y también la Didáctica son las que, en especial con el método etnográfico, han avanzado en el conocimiento de la Escuela como objeto de investigación. Desde los 70’s en México y luego en Argentina, Chile y Brasil se desarrollan estudios que demoran años en ser publicados o de los cuales sólo se tiene información en forma directa por intercambios personales entre instituciones e investigadores. Es un avance silencioso y casi íntimo .(Algunos de ellos, actualmente confiesan que en estas últimas décadas aún no han encontrado respuesta satisfactoria a sus interrogantes iniciales) Si bien es cierto que la investigación etnográfica en México tiene un desarrollo muy amplio expuesto en múltiples encuentros y producción escrita, su objeto más común: la vida cotidiana en la escuela, no siempre da cuenta de la categoría “trabajo docente”. La escuela ha centrado sobre sí múltiples criticas, en especial desde el debate de lo público y la “calidad de la educación”. Muchas censuras están desplazadas hacia los docentes y su “ineficiencia” en términos de conocimientos y de disciplina laboral. Pero en verdad, poco se sabe acerca de ella como institución, como construcción social y cultural, como centro movilizador de políticas públicas y comunitarias o de participación real de la sociedad civil. Aunque desde los discursos políticos cada vez mas aparece la escuela como el lugar privilegiado de la demanda social o de la salvación para el futuro de los ciudadanos.
Una problematización surge de la indagación y registro de lo real del trabajo y desde allí avanzar en el conocimiento de la realidad de la escuela. En ello ha avanzado la ergonomía en los últimos años. Estudios del trabajo docente con metodología etnográfica se “clavan” en el aula y descubren lo oculto de lo real, (lo que ni siquiera el protagonista sabe de sí mismo y de su hacer concreto). La relación tiempo de trabajo y tareas es un ejemplo en los estudios de Karen Messing . En el campo de la psicología del trabajo y de la salud mental, los franceses Dejours y Dessors son referentes generales para esta apertura hacia lo real en los estudios del trabajo docente y la subjetividad. (Malfé y Suaya en Argentina) . Estos avances se producen al salir de la psicopatología y de la psiquiatrización de la vida cotidiana en la escuela y entrar en la búsqueda de la salud , de la vida y de lo humano histórico y presente; así se producen nuevos conocimientos sobre la psicodinámica del trabajo en la escuela . Desde la política educativa y los debates entre gobiernos, sindicatos y movimientos sociales, el interés por la escuela y la defensa de lo público, desarrolla actualmente estudios que se nutren en una tradición de cultura popular y organizaciones sociales. Tratan de explicar los modos de resistencia de los pueblos ante el avance mercantil y la amenaza de la exclusión social defendiendo la libertad para conquistar su realización política. El seguimiento comprometido –como observador participante- del investigador en la construcción de un nuevo sujeto histórico, es la modalidad más frecuente en este grupo .
Así, la escuela pública se torna territorio de lucha y de producción de conocimientos a partir y durante la actividad colectiva de docentes, alumnos y padres registrada y analizada por ellos mismos. La defensa de la escuela pública y del control del proceso de trabajo por los docentes se relaciona conceptual y operativamente en el desarrollo de proyectos educativos con sustento en procesos participativos de investigaciones sociales (MST en Brasil, Escuela Bolivariana en Venezuela-UNER , SUTEBA-CTERA en Argentina) . Tanto los organismos internacionales del sistema como los movimientos populares centran su interés en la escuela publica -y a veces se disputan su propiedad- como lugar de transformación social, en una tensión entre lo local y lo global mundial o regional. Para unos es “una agencia” para otros es » su territorio». A veces cae en “botín “de disputas político- partidarias. En esas luchas, los docentes aparecen desamparados.
En otro núcleo de tensión : la relación sistema educativo-escuela, parte de la investigación educativa actual despliega una nueva mirada sobre la escuela, el maestro, lo público y la sociedad civil. Una nueva lucha popular – con incertidumbres y fragmentaciones- construye identidades hacia un sujeto histórico que, frente a la velocidad destructiva de la crisis cultural, nos parece ante nuestras angustias que tarda en revelarse. Tal vez dos puntas para este análisis a futuro: Tadeus da Silva y Popkewicz en sus publicaciones de la última década, nos ponen frente a un futuro incierto para los docentes en nuestro continente americano. Uno afirma que el capitalismo ha realizado “su escuela” –esta es-; el segundo nos muestra que la tarea pastoral no ha mutado en el trabajo docente.
La administración pública y en especial la administración educativa es la que ha centrado su interés en los estudios sobre descentralización y desregulación normativa- flexibilización del trabajo docente. Algunas investigaciones dan sustento a los aspectos laborales de las reformas educativas de la región desde los 80’s en adelante. Con escasa profundidad teórica, esta área temática transcurre burocráticamente instalada con un discurso para debate político de argumentación legislativa o prescriptiva, muchas veces como fundamentación de resultados ante los requerimientos de los entes financieros internacionales. La política educativa trazada desde paradigmas economicistas ha inundado el campo y los gobiernos casi únicamente analizan resultados a través de macromediciones o evaluaciones de corte sistémico.
Este intento por iniciar una sistematización histórica de los últimos treinta años en un registro de la producción de estudios sobre el trabajo docente, ha desplegado ya muchos intereses para indagar más profundo. Docentes-proceso de trabajo- escuela, los hemos mirado concentrados en un problema: la subjetividad del trabajador de la educación y su relación con la construcción política de la escuela. En la categoría TRABAJO DOCENTE nos afirmamos para avanzar en un posicionamiento desde el sujeto.
De la tradición del trabajo a los fragmentos de un objeto no construido
LOS ESTUDIOS SOBRE EL TRABAJO DOCENTE.
Historias recientes de investigadores y problemas.
En el último cuarto del siglo XX – rodeando los 70’s – se abre un proceso crítico en los estudios del trabajo, en especial desde las ciencias sociales. Podemos esquematizarlo para su análisis y sesgarlo en la búsqueda de respuesta a una pregunta ¿porqué en esa época surge el interés sobre el trabajo docente en algunos investigadores? ¿qué relación tiene con otros estudios sobre trabajo y con las ciencias de la educación?
En realidad, a nuestro juicio, tanto la sociología de la educación como la sociología del trabajo prestaron escasa atención al trabajo docente como categoría de análisis hasta estas últimas décadas. Muchos de los estudios conjuntos, están centrados en la relación de los sistemas educativos con los mercados de trabajo y con referencia a los alumnos más que a los maestros y profesores como actores de ese mismo mercado. El factor humano de este trabajo pasa oculto o negado en una época de cambios rápidos y desestabilizadores.
Una hipótesis explicativa estaría apoyada en el análisis de algunos hechos históricos que influyeron y orientaron investigaciones sobre el trabajo de servicios (como sector terciario de la economía). El desarrollo del marxismo crítico a partir de la Escuela de Frankfurt y sus continuadores y discípulos hasta nuestros días, reorientó los estudios del trabajo desde la clase obrera industrial y su hábitat fabril, al mundo del trabajo desarrollado en ambientes culturales diversos, a la universidad y a la relación maestro-alumno con un enfoque crítico político significativo. El movimiento del mayo francés del 68 y la obra de Marcuse signó una tendencia nueva en la juventud estudiantil y docente universitaria , en parte de la clase obrera europea y en los trabajadores de la educación y la cultura en general (artistas, escritores, periodistas).
Vanilda Paiva en “O mundo em mudanca (virando o milenio)” analiza a partir de la tradición filosófica alemana de los 60’s las transformaciones sociales del último cuarto de siglo. Anticipa en su análisis la importancia que adquiere el sector servicios o terciario en el mundo del trabajo asalariado e informal hacia un futuro globalizado. Las nuevas calificaciones laborales ponen en tensión la realidad del trabajo, el empleo y la protección social (seguridad social, salud y educación), abriendo una gran brecha de incertidumbre. Los trabajadores de esas ramas comienzan a ser mirados con interés por la investigación sociológica. Con los ojos puestos en la industria desde fines del siglo XIX y pasada la crisis de los años 30 (Detroit), el análisis de la relación calificación-producción exige virar hacia otros contenidos para dar cuenta del trabajo de servicios y sus características casi desconocidas para la investigación. El desplazamiento del eje desde la clase obrera y el trabajo industrial hacia el movimiento intelectual, intercultural e interclasista provoca una clara apertura en los estudios del trabajo con otro rumbo. En el marxismo y en la izquierda en general una definición clasista calificaba de “pequeñoburguesa” la afiliación de los trabajadores de “cuello blanco”, tradición de los empleados administrativos y del sector servicios públicos, salud y educación por extensión. Podemos encontrar allí una razón del atraso histórico y el desinterés por estos sectores laborales respecto del estudio de sus características específicas. En la investigación socioeconómica de la época Claus Offe habla de sectores descalificados a-priori al referirse a los trabajadores de servicios. C. Offe es uno de los analistas más claros del trabajo en el sector servicios y de las dificultades para describir sus procesos de trabajo, la difícil identificación del producto realizado y la mayor o menor capacidad de control del trabajador sobre el proceso.
En los 70’s Harry Braverman publica su obra “Trabajo y capital monopolista” texto que se constituye en un clásico para los estudios del proceso de trabajo y señala el camino de toda una tradición para futuros análisis. Una década más tarde los críticos a este tipo de estudios señalan la carencia de enfoque sobre la subjetividad y el género, sin descalificar al autor, sino actualizando su contenido. Apoyados en esta tradición se desarrollan variados estudios sobre procesos de trabajo en los empleados de la administración y la burocracia, del comercio y los hospitales . Estudios de las escuelas son escasos. La identificación de “ signos en torrentes de papel”, como producto del trabajo en procesos burocráticos es aún insuperable y muy ajustada para la identificación de los productos típicos requeridos por los niveles jerárquico-administrativos del sistema, en el sector terciario. Aquí hallamos alguna pista más respecto de la escasa investigación sobre este sector y sus procesos de trabajo, además de la dificultad de controlarlos, registrarlos y describirlos por parte de quienes los realizan. Otra pista es la relación entre la organización del trabajo, las características del proceso de trabajo y la clase social de pertenencia de los trabajadores. En los procesos industriales de la etapa fordista la solidaridad -frente y a pesar de la cadena de montaje- entre los obreros superó a la unidad fragmentada y débil de los grupos de trabajo en la administración y los servicios públicos, oficinas, hospitales, escuelas, bancos, etc. Es así como desde los sindicatos de trabajadores de servicios fue lenta la decisión de estudiar sus propios procesos de trabajo para la defensa de sus posiciones en las convenciones colectivas y para discutir con los expertos de la patronal la seguridad y la salud laboral. Las Comisiones de Higiene y Seguridad surgieron en la industria y en el sector primario mucho antes que en los servicios. Muchas razones pueden aproximarse para explicar el atraso, todas ellas tiene más que ver con las características del proceso de trabajo que con el sector de clase social al que pertenecía, arriesgamos como hipótesis.
Contemporáneo a un debate desde la izquierda ,con posiciones críticas y tradicionales, se desarrolla en el corazón del capitalismo el núcleo duro de la teoría del “capital humano”. Este nuevo paradigma en la relación educación –trabajo instala una discusión económica y política, en teoría y acción concreta, que se extiende hasta nuestros días. En una primera etapa en los 70’s en la Universidad. de Chicago con Gary Becker, y más recientemente en los 90’s cuando éste obtiene el Premio Nobel de Economía su influencia es más decisiva en las políticas educativas de las reformas financiadas por los Bancos (B.M. y B.I.D.) para toda la región.
En Brasil es Gaudencio Frigotto el que desarrolla una posición crítica a la teoría del “capital humano” ,con su obra “La productividad de la escuela improductiva” instala una posición teórica y política clara y firme para el análisis del trabajo docente y su producto, vigente en la actualidad como contenido de debates esclarecedores para limpiar este campo de estudio Valor del trabajo y producto, por un lado, realización colectiva y acreditación individual por otro, son temas insalvables para el estudio del trabajo docente en la actualidad. La disputa permanente con las patronales oficiales (gobiernos de la educación) de la región desde las convenciones colectivas o desde los debates políticos ha sido y aún son estímulos para el desarrollo de la producción teórica investigativa de este problema.
Desde los años 80 cobrará más importancia en los ambientes intelectuales el concepto de “capital cultural” (Bourdieu) y luego el de “capital social» y «capital científico». Estas definiciones aportan otros ángulos de mira al debate, aunque no referidos directamente al trabajo docente y su realización. Las posiciones se definen más sobre la apropiación y lucro con el producto del trabajo intelectual. La materialización de este producto está lejos de la realidad laboral del docente de la escuela pública… más preocupado en defender a “su alumno” para que no sea tomado como producto del sistema como simple “matrícula retenida” y “acreditada” y ser valorado él mismo por ese logro, que por avanzar en la disputa del valor y la propiedad del conocimiento nuevo acerca de cómo enseñar en condiciones determinadas. El futuro de los estudios del trabajo docente puede relacionarse con el interés despertado en los ambientes de investigación de las ciencias sociales sobre el “mundo pobre” del trabajo: bajo salario- precaria calificación- modelo competitivo (por barato). Esta relación es el desafío, tanto para el trabajador de la educación como para el que hoy es su alumno en el espacio público escolar. La industria globalizada y con empleo flexibilizado plantea los problemas de Lean production traducido por Paiva como producción enjuta o el working poor más definidamente dicho ¡un pobre trabajo! Hacia un futuro de corta duración con incertidumbre y variedad de empleo, ubiquemos a nuestro trabajador de la educación empobrecido y precarizado. Un nuevo proletario de la época?
Privación de lo público
El límite cada vez más difuso entre lo público y lo privado en relación a propiedad de bienes y acceso a servicios, el desarrollo de un proceso de tercerización de trabajos que rápidamente destruye identidades y valores, nos ha llevado a definir y precisar el concepto privado en su acepción referida a privación para vincularlo a público. La privación de lo público en políticas del estado-mercado o del estado financiero global es un núcleo del conflicto social que se ha instalado en la educación y en los procesos de trabajo vinculados a la enseñanza. De esta manera el sistema ejecuta sin dar razones: la exclusión sin culpa. El poder no explica. Para profundizar el análisis del conflicto social en su relación con la escuela pública y el trabajo docente es pertinente tensar al máximo, en los procesos de investigación socio-educativa, la contradicción LIBERTAD-NECESIDAD. En la vida cotidiana escolar la imposibilidad de realizar lo prescripto, aunque esté desregulado ,es uno de los núcleos del sufrimiento psíquico de los docentes. Trabajo real-norma prescripta chocan con discursos y realidad concreta, con la materialidad del trabajo de enseñar y el proceso de aprendizaje de los alumnos. La necesidad determina la creatividad y la libertad de trabajar y aprender. Un nuevo trabajo y una nueva escuela tienen que atravesar la prescripción creando nuevos tiempos y espacios. Un sujeto transgresor investiga…superando privación y prescripción vacía de contenido para su trabajo .
Trabajo docente y tiempo histórico Atravesamos un tiempo histórico a dos velocidades. Una es cultural, de preferente transmisión oral ,en tránsito lento, de contenido caótico pero con unidad interior, que preserva la vida y se expresa en lo cotidiano, subjetivo y local – es lo real. Otra, muy rápida, da vértigo, es tecnológica y tecnocrática, es civilizatoria, ordena las exclusiones y la muerte: es casi ilegible para el observador, es impredecible, si se expresa por escrito es en el lenguaje del sistema global. Muchas veces no se anuncia, actúa sin dar razones ni explicar nada; el poder no habla, se ejerce y ejecuta sin aviso. La escuela pública está atravesada por estos dos tiempos. La recorren en el cuerpo docente y su trabajo. Una buena parte de la angustia y del malestar está referido a este punto crítico. ¿Cómo preservar a la escuela como núcleo del acervo cultural, local y defenderla de los avances de la mercantilización y de la flexibilización global? Cómo defender el trabajo docente como lugar de producción de conocimientos, creativo y seguro? La situación de incertidumbre frente a la ambigüedad de políticas de escaso contenido humano y la fragmentación del sistema educativo en nuestra región americana, instala en cada educador una cada vez más difícil relación con el conocimiento nuevo y su construcción social. El efecto trágico de la fragmentación, generadora de nuevas esclavitudes y necesidades en una vida de trabajo en la que no se vislumbra claramente ni sustentabilidad ni futuro, nos obliga a buscar y crear nuevas relaciones sociales apoyadas en una autonomía responsable y solidaria que supere rupturas y exclusiones. El mundo del trabajo ya no es central en esta identidad docente de construcción permanente; en este nuevo sujeto lo humano y lo social toman un camino de firme resistencia, de nuevas formas de luchar por la igualdad y el respeto a las diferencias.
La modernidad no ha concluido. ¿Seremos los últimos modernos? En coincidencia con Débora Tájer identificamos como “últimos modernos” una generación de mujeres y varones –cada uno con lo suyo– que tiene gran dificultad para pensar por fuera de la perspectiva de un sujeto histórico que transformándose, cambia la historia. La escuela pública es una realización social y políticamente inconclusa. Fraternidad, libertad e igualdad no están realizadas.
LA CONSTRUCCIÓN DE SUJETO HACIA UNA NUEVA DIVISION SOCIAL DEL TRABAJO
En el análisis crítico de las actuales formas de construcción de una “sociabilidad capitalista”, el estudio de la relación educación-trabajo requiere que en él se incluya el trabajo docente y la escuela pública. Toma carácter urgente para abrir un presente con fuerte tendencia privatizadora de la EDUCACIÓN PÚBLICA y con determinaciones de flexibilidad y desregulación –aparentemente insalvables- en un mercado de trabajo, actual y futuro, para los actuales alumnos y trabajadores de la educación. Las definiciones de competencias y de rasgos de carácter necesarios para sobrevivir en esta nueva relación social o división social del trabajo mundializada, anticipan un áspero debate- con nuevos lenguajes y espacios- en la construcción histórica de un sujeto popular. Superar o resistir la fragmentación en la que vivimos, las profundas e intolerables desigualdades , fortalecer defensas sanas y útiles para tolerarlas sin autodestruírse psíquicamente, son estrategias contrahegemónicas en esta relación: sistema educativo-mercado de trabajo a futuro, tal como nos involucra actualmente. La relación local-global es al mismo tiempo un eje de análisis a no olvidar, ya que la mirada desde el sistema sobre “la escuela” como el lugar local, desconectado de contextos históricos y socioculturales más amplios, anticipa la profundización de políticas deshumanizadas y destructivas de valores y acervos culturales constitutivos de identidades y afiliaciones. El estudio estratégico de una nueva división social del trabajo – en el contexto espacio-temporal de América- necesita tensar al máximo la contradicción sujetos-sistema para anticipar futuros sin ciudadanías negadas.
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