Por: Martín Mogar
Fuente: http://www.bloqueporelsocialismo.blogspot.com (23.03.09)
La llegada del PC al Congreso es un hecho. Más que por sus votos, el sistema los acepta buscando calmar el creciente descontento popular, y para ello, echa mano a cualquier cataplasma. Pero que nadie se engañe: los diputados del reformismo obrero bailarán al ritmo que les toque la burguesía. De la “exclusión” pasarán a la “burda colaboración” y servirán al sistema como dique de contención del descontento popular.
Hay ilusos que creen que con dos o tres diputados comunistas se acabarán las injusticias. Esa ingenuidad es la que los burócratas que dirigen al PC, quieren hacerle creer a sus bases. Pero, ¿cuánto tiempo habrá que esperar para que los parlamentarios comunistas concreten un mísero cambio en el sistema de explotación neoliberal?.
Los ilusos creen que esos parlamentarios harán grandes cosas cuando entren al Parlamento. Pero no saben que en ese recinto no serán tratados como duques ni príncipes. Serán a lo sumo bufones con verborrea social, — útiles al sistema — simples mozos para los mandados legislativos. Sólo conseguirán algunas reformitas, algunos aguinaldos piñuflas y algunas leyecitas de pacotilla, nada realmente útil para los explotados.
El único beneficio que de ellos tendrán los trabajadores y el pueblo, será la claridad sobre lo que no se debe hacer. Que no puede haber pactos con la burguesía, pactos con los tiburones. Ayudarán a que los trabajadores entiendan que a la burguesía hay que combatirla, sin hacer excepciones con burgueses supuestamente útiles.
Muy rápido esos parlamentarios dejarán de ser dique que ataje o frene el descontento social. En esos momentos las cosas serán más visibles para el pueblo, para los trabajadores, para las juventudes. Llegará la claridad en la mente del pueblo y se sabrá – quien es quien – para los trabajadores.
Conclusión Nº 1. A estas alturas el reformismo obrero debería saber, que no es posible humanizar el capitalismo, porque es una bestia insaciable que no se llena con nada. A sus diputados los pondrán de “limpia ventanas” del Congreso, pero limpiarán ventanas por fuera, no tendrán acceso a limpiarlas por dentro.
Conclusión Nº 2. Los reformistas obreros no quieren cambiar el sistema capitalista. Ellos solamente pretenden maquillarlo y suavisarlo. Quieren “dorarle la píldora al pueblo”, arrastrando por ese camino tortuoso y traicionero a sus engañados militantes y a los despistados e ingenuos.
Conclusión Nº 3. Lamentablemente la izquierda verdadera — la que no ha renunciado al socialismo – está demasiado fragmentada y carece de un programa o plataforma política. En verdad, falta mucho que hacer.
POR EL SOCIALISMO …… SIEMPRE
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