Por: Hernán Montecinos
Fuente: http://www.fortinmapocho.cl (10/05/06)
Televisión Nacional, entre sus consabidas falsedades, se dio el gusto de transmitir en su noticiario central, el infundio de que Fidel Castro poseía una fortuna personal de $ 900 millones de dólares.
Claro está, este infundio no fue un invento de TVN, sino una noticia recogida de la revista norteamericana FORBES. Con todo, TVN se plegó entusiastamente a todos los medios de comunicación, haciéndose eco de tamaña infamia, hecho que se ha estado repitiendo como un ritual los últimos años
El hecho que se de a conocer una noticia proveniente de otra fuente, no excusa al responsable de poner la noticia en la pantalla, de hacer presente la poca credibilidad y desprestigio que contiene dicha “noticia”, entre otras consideraciones, por provenir su fuente de donde proviene. Una práctica que se hacía en dictadura y que se ha hecho carne al parecer, indefinidamente, en TVN. No olvidemos el caso de los 119 detenidos desaparecidos que propagó en su época, aduciendo la causal de que se habían eliminado entre ellos mismos. Para que decir, de las inexistentes armas biológicas en Iraq, y la poca cobertura que se le ha dado a las razones de fondo que tienen los mapuches que se encuentran más de 50 días en huelga de hambre, entre otros ejemplos.
¡Que es lo que quiero decir con esto?. Lo que quiero decir, es que los encargados de poner en pantalla las noticias, deben tener la suficiente ética y profesionalidad para no incluir aquellas que, a todas luces, hasta para la más mediana inteligencia, resultan ser sólo un infundio. Quien se excuse o se esconda bajo el prurito de ejercer la libertad de expresión quiere decir, a lo menos, para este evidente caso, o que bien es un buen tonto o quizás un «facho» camuflado, o lisa y llanamente un vil miserable, uno más de los muchos que ahora abundan en nuestro país.
Si el que autorizó la noticia hubiera leído el texto tal como viene de la fuente, se hubiera tenido que haber dado cuenta en donde estaba la trampita. Claro, porque da el caso que para atribuirle dicha fortuna a Fidel se le atribuye ser propietario de todas las empresas públicas que existen en Cuba, incluido el Palacio de Convenciones. Es como si le sumáramos, por ejemplo, a Michelle Bachellet, en su fortuna personal, la propiedad de todas las empresas públicas, incluido CODELCO, De proceder así, estoy seguro que nuestra presidenta sería mucho más rica que Fidel, apareciendo este último en el listado de FORBES como el más pobre de los verdejos.
Claro está, la noticia que aparece en Forbes, viene bien alambicada con empleo de términos a todas luces sibilinos. Así, por ejemplo, se apunta: “En el caso de Fidel Castro, otro controvertido dictador, asumimos que tiene el control de una red de compañías estatales que incluye el Palacio de Convenciones (un centro de convenciones cercano a La Habana), Cimex (un conglomerado de ventas al por menor) y Medicuba (que vende vacunas y otros fármacos producidos en la isla)”. En lo que tiene razón Forbes es que efectivamente, el presidente del país tiene el control de las compañías estatales, como en todos los países. Aunque aquí varió su tesis, respecto del año pasado, cuando señaló que las empresas eran propiedad de Castro. O sea, que el año pasado era propietario, ahora, sólo “asume” dicho hecho.
Pero el texto no para ahí, sino que sigue a la letra: “Ex funcionarios cubanos insisten en que Castro, que viaja exclusivamente en una flota de Mercedes negros, se ha apropiado de los beneficios de esos negocios a lo largo de los años”. Todos los cubanos saben que Fidel viaja en un Mercedes Negro de más de veinte años, y que va acompañado de los coches de sus escoltas, como todos los presidentes. En la mayoría de los países un Mercedes lo tienen también ministros y muchos otros altos funcionarios, ¡y conste!…, bastante menos antiguo que en el que se desplaza Fidel.
Ahora bien, el razonamiento de que ex funcionarios dicen que “se ha apropiado de los beneficios” como prueba de la riqueza es una afirmación gratuita sin ningún valor. No será de los beneficios que produce el Palacio de Convenciones, donde sólo se celebran actos públicos, que hasta donde aquí se sepa, son todos gratuitos en donde el que allí entra no paga ni un céntimo. En cuanto a las empresas públicas como Medicuba y Cimex, en ningún registro o documento se refleja que sea propiedad del gobernante, todos los países tienen empresas públicas.
¿Cómo ha calculado la revista de lo que se ha apropiado Fidel? Ahí va la otra pomadita: “Con vistas a obtener una cifra neta hemos utilizado un método en el que se descuentan las entradas en dinero líquido para evaluar tales compañías y luego hemos asumido que una parte de ese flujo de beneficios se lo queda Castro”. O sea, todo se sigue asumiendo. Con un fundamento así, cualquier mentira se puede construir en cualquier punto del mundo.
Pretenden aclarar, más adelante que: “tratando de ser conservadores hemos evitado estimar cualquier beneficio que pueda haberse embolsado en otras épocas, incluso si existen rumores de que posee grandes cantidades en cuentas bancarias suizas. Castro lo ha negado públicamente y ha insistido en que no posee nada”. Precisamente, lo que deberían haber detectado, si estuviesen en condiciones de demostrar su fortuna, era el dinero en una cuenta bancaria a su nombre, o propiedades en las que figure como titular o usufructuario. Extraño millonario este, del que no constan joyas, yates, mansiones, cuentas corrientes en millones de dólares (como Pinochet), o vacaciones esquiando, o en la playa.
Y como no hay constancia ninguna de propiedades y dinero en su patrimonio personal, entonces ello sólo se asume, mérito más que suficiente para construir todo el infundio.
Ya en el 2003 Forbes estableció el patrimonio de Fidel Castro en 110 millones de dólares. Entonces la letra pequeña de su web señalaba que como «la estimación de estas fortunas es un asunto muy complicado», habían calculado la riqueza personal del presidente cubano considerando suyo un porcentaje del producto interior bruto (PIB) del país…¡Plop!… Así de sencillito.
Con la lógica de FORBES, este año parecería que Castro estaría muy por encima de la reina de Inglaterra con todo su boato incluido. Pues nos enteramos en dicha revista que para los cálculos de la riqueza que posee la Reina Isabel, no se le incluyen como su propiedad el Palacio de Buckingham, ni las numerosas y valiosas joyas que posee la corona. En cambio, Fidel Castro, obtiene 900 millones con los rendimientos de un Palacio de Convenciones donde sólo hay actos del Estado y se entra gratis.
Y es que si Fidel Castro en lugar de ser un presidente socialista, empeñado en compartir su Palacio de Convenciones con los cubanos, fuese un capitalista con cincuenta mil millones de dólares como Bill Gates, recibiría en España el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación.
Si unimos todos estos puntos de vista, hasta para el periodista más mediocre quedaría en evidencia la burda construcción de tamaño infundio. Entonces,… ¿Para qué estudió el jefe de prensa de TVN, o el responsable quien fuera, 5 años en la universidad periodismo?
¿Es que acaso en la carrera de periodismo no existe ninguna cátedra en donde enseñen algo de ética? ¿Y del periodismo investigativo qué?… ¿O es que acaso el periodismo en Chile sólo queda remitido a repetir como papagayo toda la basura informativa venga de donde venga?.
Si esto así fuera, quiere decir que en Chile existe el periodismo más mediocre del mundo. .
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