Los estudiantes tienen la legitimidad para convocar a todas las fuerzas del pueblo

Por: Coordinador Movimiento Generación 80, G80
Guente: http://www.g80.cl (21.09.11)

El gobierno de la derecha empresarial y conservadora ha decidido atrincherarse en el lucro y en la educación mercantilizada. No podía ser de otra manera; Piñera, más que Presidente, es un mercachifle compulsivo. Todo el país recuerda cómo, a pesar de sus promesas de campaña, se aferró a sus empresas con la desesperación del adicto, aún después de haber asumido su cargo en La Moneda.

Piñera es el símbolo caricaturesco del Chile de los últimos 38 años, hecho a la medida de los grandes capitales nacionales y transnacionales. La educación (con la ayuda de la Concertación) se ha convertido en una mercancía más, en un “bien de consumo”, susceptible por tanto de ser industrializada y rentabilizada para contribuir con su cuota a la creciente masa de plusvalía que acumulan año con año los capitalistas en nuestro país. El resultado es conocido: un sistema educacional segregado que reproduce las desigualdades sociales y encasilla desde la infancia a la mayoría de los chilenos para ser mano de obrar barata del empresariado.

El pueblo chileno, encabezado por sus estudiantes secundarios y universitarios, ha dicho basta de manera rotunda a esta situación. No quiere que la educación sea una mercancía, sino un bien social que se distribuya igualitariamente entre todos los chilenos: educación pública gratuita y de calidad para todos. La exigencia unánime es que la educación es un derecho para todas y todos.

Esta es una exigencia que ha desbordado claramente la institucionalidad del capitalismo neoliberal y su juego de máscaras de cogobierno, cuoteos, negociados y arreglines dentro de una “clase política” que hoy no representa a nadie. No importa lo que opine la clase política neoliberal: el pueblo ya ha dicho su palabra clara, elocuente e inapelablemente mayoritaria. Ningún proyecto de ley, ninguna “reforma de macetero” negociada con los concertacionistas en el Congreso, ningún parche tendrá la más mínima legitimidad si no corresponde a lo que la ciudadanía ha gritado desde las calles.

Si el gobierno se empecina en tramitar leyes a espaldas de los estudiantes y el pueblo movilizado tras ellos, no nos quedará más alternativa que desconocerle cualquier validez a esos engendros.

Ante el atrincheramiento del gobierno, lo que corresponde es redoblar la ofensiva, tensar todas las fuerzas y dar aún más de lo que ya generosamente se ha dado en pos del triunfo. Si el gobierno no quiere acatar la voluntad mayoritaria del pueblo chileno, simplemente habrá que imponérsela por la fuerza de la unidad y la lucha decidida de todos.

Asamblea Nacional por la Educación, Plebiscito y Paro General

Hay que seguir avanzando en unir a todos los sectores a la movilización. Ya no basta que la ciudadanía apoye a los estudiantes, acuda a acompañar sus marchas y cacerolee en las noches. Es necesario ahora sumar a los trabajadores para que, en un esfuerzo creciente, solidaricen primero, protesten después y paralicen finalmente por la educación. Hay que sumar a los pobladores para que copen sus territorios en apoyo a la lucha estudiantil. Hay que pedir a los profesores que apoyen la movilización sumándose al paro, no sólo poniendo a su presidente en las fotos y conferencias de prensa.

Para convocar y servir de catalizador de esta unidad, el movimiento estudiantil secundario y universitario tiene una legitimidad bien ganada. El paro de la CUT demostró cómo no deben hacerse las cosas: desde arriba hacia abajo, apoyados en organizaciones superestructurales y con dirigentes desprestigiados y sin ninguna credibilidad como Arturo Martínez.

Por el contrario, el movimiento estudiantil necesita que las organizaciones sociales se coordinen y se solidaricen con él para dar esta batalla. Se necesita que a partir de un acuerdo nacional, se establezcan coordinaciones regionales y territoriales, para que en torno de cada universidad y grupo de universidades y liceos se articulen las CUT provinciales y no sólo la CUT, todas las organizaciones de trabajadores, confederaciones como la CGT y la CNT, federaciones y sindicatos independientes, las organizaciones de pobladores, como la FENAPO, y territoriales de cada zona y región, las organizaciones de mujeres, ambientalistas, de pueblos originarios, a apoyar y organizarse con la perspectiva de avanzar en la movilización y grados crecientes de lucha por imponer la demanda por educación gratuita y de calidad al gobierno y a la clase política.

Nadie debe restarse de un esfuerzo así por la Educación de Chile.

Si el gobierno no escucha, hay que obligarlo a escuchar. Esta Asamblea Nacional por la Educación, con expresión en todas las regiones y en todas las zonas, debe convocar a la desobediencia civil contra el gobierno. Si el gobierno no quiere escuchar al pueblo, que el pueblo se haga escuchar autoconvocándose a un Plebiscito Nacional y Ciudadano por la Educación. Si el gobierno sigue sin escuchar, hay que convocar a un Paro Nacional Indefinido por la Educación Chilena.

Nadie puede detener a un pueblo cuando éste ha dicho basta. Y Chile ha dicho basta a la educación de mercado. Chile quiere educación pública gratuita y de calidad ahora.

¡A unir todas las fuerzas sociales y populares en torno del movimiento estudiantil y sus organizaciones!

¡A golpear unidos al gobierno empresarial hasta que acate la voluntad y la demanda popular por Educación Pública Gratuita y de Calidad!

¡Adelante con el Plebiscito Nacional y Ciudadano por la Educación chilena!

¡A prepararse y preparar un gran Paro General Indefinido por la Educación!

¡A recorrer la vía popular y ciudadana a la Asamblea Constituyente!

Coordinador Movimiento Generación 80, G80

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